Tras el voto de los ignorados de siempre

AutorAnne Marie Mergier

DIJON, FRANCIA.- 23 de marzo. Difícil imaginar dos mítines electorales tan radicalmente distintos como los de Marine Le Pen y Emmanuel Macron. Único punto en común: el nombre -Zénith- del lugar en el que se llevan a cabo.

Las puertas de esa sala de conciertos -más pequeña que la de Lille- llevan dos horas abiertas. El público de Dijon -hermosa capital vinícola y gastronómica de Borgoña, de 150 mil almas- va ocupando sin prisa las 3 mil butacas del recinto.

Predominan jóvenes y jubilados pero, en la medida en que avanza el tiempo, el tipo de asistentes se diversifica.

Según estudios sociológicos recientes, En Marche (En Marcha), movimiento político fundado por Macron el 6 de abril de 2016, seduce cada vez más a franceses involucrados en la llamada "nueva economía", a quienes trabajan en el sector de la tecnología de punta, a dueños de empresas pequeñas y medianas, a jubilados decepcionados por los políticos de su generación y a amplios sectores de la juventud que abarcan tanto a estudiantes de clase media como a jóvenes de los suburbios de las grandes metrópolis, quienes en su mayoría descienden de migrantes, se sienten plenamente franceses y luchan para salir de la marginalidad.

Lo novedoso de En Marcha atrae además a numerosos electores que se habían apartado de la política.

"Ese bebé político logra combinar la virtud de su gran juventud y actitudes 'degaullistas'. Sólo habla en nombre propio en una relación directa con el pueblo ciudadano, partiendo de un diagnóstico pragmático. No habla en nombre de una doctrina, de un partido o de una línea. No se inscribe en tradición política alguna", recalca Marcel Gauchet, respetado y veterano filósofo e historiador francés.

Y precisa: "Macron encarna el deseo de una generación de tirar por la borda sectarismos fósiles de la izquierda y de la derecha. Entendió muy bien esa aspiración. En realidad se nutre del sectarismo de los demás. Es lo que explica su éxito creciente. Pero también puede ser su punto débil".

Otro factor explica ese éxito: en la medida en que los sondeos anuncian como inevitable la presencia de Marine Le Pen en la segunda vuelta de la elección presidencial y ante la casi implosión del Partido Socialista y de Los Republicanos, muchos electores consideran que votar por Macron el próximo domingo 23 es la única manera de impedir que el Frente Nacional acceda al poder.

El iconoclasta

El ambiente en el Zénith es tranquilo: poca música, ningún intento de "calentar" el ambiente. Los únicos en agitarse son los marcheurs...

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