Facilidades para realizar transacciones financieras mediante Internet utilizando la Clabe
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El uso de Internet ha revolucionado la actividad humana, ya que permite el intercambio libre de información entre los usuarios. A las operaciones que ofrece Internet se les denomina servicios y en cada uno se aprovecha la información existente en la red, ya que a través de este medio se han facilitado diversas actividades; un ejemplo es el correo electrónico, el cual permite enviar información mediante la red, éste es casi instantáneo a diferencia del correo normal, y además es económico, lo único que se necesita es disponer de una conexión a Internet.
Asimismo, los servicios financieros a través de Internet van en aumento, por ello la banca -para reducir costos, brindar mejores servicios y hacer eficiente su actividad-ha implementado nuevas tecnologías, las cuales buscan agilizar y simplificar operaciones que requieren de la interacción personal, así este medio se ha convertido en una herramienta de apoyo para las instituciones crediticias, pues cada banco tiene su portal donde se ofrecen diversos servicios, los que si bien es cierto no sustituyen a las sucursales bancarias sí las complementan, pues permiten a sus clientes realizar consultas de saldos, pagos a terceros, traspasos entre cuentas propias, pago de servicios y de tarjetas de crédito.
Además, los sitios Web son otro medio para captar clientes, ya que no sólo brindan información sino que prestan diversos servicios tales como opciones de inversión, compraventa de seguros, pagos de nóminas, asesorías legales, etcétera.
Ante la diversidad de operaciones interbancarias que cada cliente o usuario realiza utilizando el Internet, la banca consideró necesario establecer medidas de seguridad e identificación personal, que garanticen la confiabilidad de los servicios que prestan las instituciones bancarias apoyadas en la tecnología aplicada.
Así, surge la Clave bancaria estandarizada (Clabe), que se utiliza de manera obligatoria desde el 1o. de junio de 2004.
Según la Asociación de Bancos de México (ABM), la Clabe es un número único e irrepetible que se le asigna a cada cuenta bancaria (por lo general de cheques) que garantiza que los recursos enviados a las órdenes de cargo (domiciliación) como pago de nómina o a las transferencias electrónicas de fondos interbancarios se apliquen exclusivamente a la cuenta señalada por el cliente, como destino u origen.
La Clabe se empezó a utilizar a partir del 4 de marzo de 2002, pero fue a partir del 1o. de junio de 2004 que por disposición de la ABM, en coordinación con la Cámara de Compensación Electrónica Nacional (Cecoban) y con el Banco de México, adquirió el carácter de obligatoria; es decir, todas las transferencias interbancarias que se realicen sin que se proporcione la Clabe, serán rechazadas.
Dicha Clabe consta de 18 dígitos que corresponden a la información del banco, la sucursal, él numero de cuenta del cliente; y por último, el dígito verificador, en el orden siguiente:
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Código del banco. Este nos indica donde radica la cuenta, de acuerdo con los números asignados a las instituciones de crédito en la ABM, consta de tres dígitos.
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Código de plaza. Señala la ciudad o región donde el cliente mantiene su cuenta, de acuerdo con el catálogo...
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