"La tortuga roja"

AutorJavier Betancourt

Y de ninguna manera representa, como sugieren fuentes poco informadas, que se trate de una maniobra comercial para salir de un bache después del anunciado retiro del autor de El viaje de Chihiro. Esta animación fue resultado de casi una década de intenso trabajo, y seguramente el animador holandés habrá padecido la mano férrea de Miyazaki detrás de los supervisores Takahata y Suzuki.

Un náufrago despierta en una isla desierta que de perfil parece una ballena, donde abundan rocas, cangrejos y bosques de bambú; tan pronto puede, construye una frágil balsa para hacerse a la mar, pero una enorme tortuga roja la destruye e impide varias veces que el hombre escape. De la venganza del náufrago surge una mujer. El resto es un poema de amor.

Los personajes no tienen nombre, y sin ser una película muda, en La tortuga roja no hay diálogos, interjecciones, gritos espontáneos, y la impresionante banda sonora de Laurent Pérez del Mar compone la música que integra percusiones de madera y bambú; el color se muestra en gamas y contrastes, del negro y gris de la tormenta del naufragio o de los sueños, a los luminosos azules y verdes del día, y el rojo, quizá homenaje al sol del Lejano Oriente y a la diosa Amaterasu, presente en el caparazón.

El director y su guionista, la francesa Paséale Ferran, cuentan los ciclos de la vida, nacimiento, amor y muerte, aguas marinas y corrientes de la isla que arrebatan y luego arrojan de nuevo a la vida; en esta visión que debe tanto a la animación japonesa, no podía faltar un tsunami -ecos de

Hokusai- de efectos devastadores, pero a cada forma...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR