Tonatiuh Bravo Padilla/ Casa Jalisco

AutorTonatiuh Bravo Padilla

En días recientes, han trascendido al ámbito público los gastos de la remodelación y acondicionamiento de Casa Jalisco por parte del nuevo Gobernador Francisco Ramírez Acuña. En entrevista a algunos medios de comunicación se negó la posibilidad de dar información al respecto, aunque dos o tres días después, MURAL publicó los montos de 7 millones de pesos como total de la inversión y 3.4 exclusivamente para decoración.

Antes de entrar al asunto de las cantidades, conviene señalar que una obra de esta naturaleza -independientemente que se trate de la residencia oficial del Gobernador del Estado- es una obra de carácter eminentemente público y como tal, no tiene por qué negarse la información del caso.

Tanto los recursos que se ejercen como el carácter estatal de la propiedad, hacen que el asunto deba tener el mismo tratamiento que cualquier inversión a cargo del erario. Debe ser registrada en el presupuesto como obra por un monto determinado y, una vez que sea aprobada, debe ejecutarse de acuerdo a las normas aplicables. Una vez concluida, aparecerá en la cuenta pública del año y allí podrá ser revisada por el Poder Legislativo.

Es probable que el Gobernador anterior no haya considerado en su propuesta de Presupuesto para el año 2001 esa obra específica, pero partimos de suponer que hay rubros concretos del presupuesto en los que podría caber bajo autorización expresa del despacho del Gobernador.

No obstante lo anterior, la información de la obra debería ser pública, tanto como cualquier otra, como una escuela que se construye o un edificio que se renueva, y nada de malo tendría que el responsable del área de administración o la propia oficina del titular del Ejecutivo, dispusieran que la información del o de los contratos estuvieran a disposición de quien deseara consultarlos.

Hablando objetivamente, Casa Jalisco es una construcción con la antigüedad suficiente para ser remodelada y renovada, no creo que nadie deba cerrarse en un criterio ajeno o contrario al sentido común. El problema empieza ahí donde la pregunta causa incomodidad y ahí donde se niega la información. Más, si el tema se potenció públicamente a partir del escándalo surgido por las compras exorbitantes en la Residencia Oficial de Los Pinos.

En el marco de la difícil situación económica para buena parte de los mexicanos y jaliscienses, una inversión aunque sea necesaria, debe partir del costo de oportunidad; es decir, lo que se deja de hacer al realizar ese...

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