AL TIRO / Mota legal... sin prisa

AutorPaco Navarrete

Entre los asuntos de suma importancia, pero de menor urgencia que se acumulan entre los pendientes de este régimen, sin duda destaca el de la legalización de la mariguana.

Así lo ha dejado entrever el Presidente López Obrador: tan sólo la semana pasada pidió a los legisladores de su partido entrarle al tema... pero hacerlo sin prisas. O sea que la cosa es calmada.

La posición del Presidente refleja la de muchos mexicanos en este tema: es una posición conservadora. Y, como la mayoría de este tipo, es producto de la desinformación y de prejuicios muy arraigados. Por ejemplo, que la mariguana es "mala" y convierte a seres humanos en malhechores, como por arte de magia.

Eso parece indicar que López Obrador sí se da cuenta de la importancia de cambiar el estatus de una hierba que produce delincuentes sin delito cometido o criminales sin crimen, pues a fin de cuentas fumarla no afecta a terceros... pero prefiere no apurarse, para no arriesgar su popularidad, o simplemente no le parece correcto dar permiso a los ciudadanos de convertir su cerebro en un parque de diversiones.

Ya lo dije: en el fondo es una actitud moralina, conservadora y muy peligrosa. Tan irresponsable como la de sus antecesores, los corruptos del PRI y los hipócritas del PAN; tan peligrosa que ha terminado por favorecer una irracional guerra con miles de millones de pesos invertidos en armas y recursos humanos para alcanzar sólo dos resultados: un gran fracaso y miles de cadáveres.

Existe también una posición racional, informada, que pugna por legalizarla y reglamentar su uso ya. Ahora. Es compartida por la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y casi todos los expertos en temas de seguridad nacional y de salud pública.

Las evidencias son abrumadoras: no es en verdad adictiva -la "adicción psicológica" es un mito genial, pues todos somos susceptibles de ser "adictos emocionales" de infinidad de objetos o sujetos-, no causa mayores daños que cualquier cantidad de sustancias que hoy mismo son legales, y sobre todo no es letal.

El viejo ejemplo es inmejorable: la dosis mortal de mariguana es un costal de 40 kilos... lanzado a tu cabeza desde un tercer piso.

Regreso a la "adicción psicológica" con otro ejemplo: el amor. Todos conocemos casos de relaciones tóxicas, inseparables, pero no hay modo de prohibirlas. Podemos, eso sí, intentar educar para que la gente aprenda a distinguirlas y tenga estrategias para salir de ellas.

Pues lo mismo con las...

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