AL TIRO / Debate sin oponentes

AutorPaco Navarrete

Según algunos estudiosos, la historia humana se presenta en forma de ciclos que se repiten una y otra vez, desde el principio hasta el final de nuestros tiempos; según otros, en realidad tiene una forma de espiral: los ciclos pueden parecerse entre sí, pero cada vez presentan ligeras diferencias, como muestra de evolución... o de ruina.

Una idea similar manejó el ilustre Oswald Spengler, en su clásico "La Decadencia de Occidente" (sí lo leí, ¿eh?, aunque no lo pude acabar: no tenía monitos). Ahí sugiere una idea de civilización (o de las grandes civilizaciones) como algunos momentos de grandes avances, unos más de estancamiento (o "esplendor") y al final, la decadencia. Vamos, como un disco de grandes éxitos mal seleccionado, en que hay que darle de vez en cuando al botón de adelantado rápido para brincarse un par de piezas de relleno. O peor aún, como una película a la cual podemos cortarle una buena parte y no se pierde nada sustancial... como en la mayor parte del cine nacional.

Este patrón se ha presentado una y otra vez, sin cambio, pero a la distancia histórica nos queda claro que muchos imperios entraron en decadencia, por decirlo de algún modo, sin darse cuenta. La antiguas Roma y Grecia son ejemplos indiscutibles y dice el autor de "Der Untergang des Abendlandes", que Occidente, como sistema cultural, como civilización, ya mostraba signos de decadencia desde fines de la Primera Guerra Mundial, que fue cuando lo publicó.

Y quién sabe con qué fecha quedará inscrito el telón final del imperio -renuente a ser llamado así- de nuestros vecinos del norte, pero de que pasará, pasará. Pasará siendo camino, camino sobre la mar...

Sin embargo, lo peor no es un auge breve y una larga decadencia, como la carrera de Gloria Trevi, o tener un momento de debut y despedida, como Los Ángeles Negros, sino pasar por el mundo sin haber tenido siquiera uno. O como definió alguna vez el malora de Oscar Wilde a los gringos, aunque se ajuste a muchos sufridos países del tercer mundo: "fueron de la barbarie a la decadencia, sin pasar por la civilización".

Así estamos, y parece que además nos gusta: Guadalajarita y anexas, esta metrópolis de 3 y medio millones de habitantes, en pleno siglo 21, gusta de batirse en discusiones en verdad bizantinas, que harían parecer productiva aquella de si los ángeles tienen o no sexo (es decir, si son sexuados, no si andan como...

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