Sin tapujos
| Autor | Viborilda |
KARA-DAME BALÍN
1 Hoy iniciaré con una confesión. Desde la primera vez que tuve una discusión con Alfredo Adame en un chat de periodistas tuve tanto miedo que llegara a mi casa a golpearme o por lo menos a darme unas patadas de karate, que durante una semana soñé que me daba un Mae Geri, luego tres Yoko Geri y al final me noqueaba con un Mawashi Geri.
Sé que suena como a platillos de sushi, pero en realidad son distintas técnicas o patadas de karate.
No es fácil pelearte con un Cinta Negra Décimo Dan, así que estuve paralizada del terror. Unos días soñaba con López-Gatell y otros con Adame. Créanme que aguantar esas pesadillas es muy difícil... Afortunadamente cuando vi el video en el que anda persiguiendo a la señora para que le entregara el celular, me di cuenta que Alfredito tiene patadas más del tipo bailarina de ballet acalambrada que de karateca.
A menos que las clases las hubiera tomado en línea, de espaldas y con la computadora apagada. Lo que sí me apantalló fue la agilidad mostrada cuando lo tumbaron al suelo: ¡Wao!, que resorteo en las piernas. Ya lo anda buscando Cristiano Ronaldo para incorporarse después de una caída.
Aquí entre nos, se me hace que el actor no nos ganaría ni un enfrentamiento de yo-yo, ping pong o balero. ¿Qué dicen, le entran a la apuesta? Yo por lo menos opondría tanta resistencia como la señora que lo hizo renegar en plena calle.
Y aunque el video se publicó a medias, el ex de Mary Paz Banquells es tan manipulador que narró casi una pelea entre el "Canelo" y él, en la que por supuesto se pinta como un noqueador... ¡Por favor!, no se podía ni levantar como yo cuando me caí en plena Calzada Independencia.
Nomás yo sí lo reconozco y no le ando echando la culpa a Mercurio Retrógrado.
ESOS OTROS DATOS
2 Es como el caso de Frida Sofía, que da una versión de víctima cuando la declaración oficial es que ella se robó una botella de agua y opuso resistencia. Irónicamente, en los tiempos en los que los celulares y las cámaras son nuestros mejores amigos o peores enemigos, es cuando más han demostrado mentir las personas.
Como en su momento Adela Micha, quien con todo y grabación siguió negando lo que realmente dijo... Sólo le faltó decir que el audio era pirata o que alguien lo había doblado. La tecnología los pone en evidencia y terminan con el Síndrome de AMLO: "Yo tengo otros datos". Y si se fijan, lo mismo pasa...
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