Tamaulipas. Tres meses de terror bajo el yugo de la Marina

AutorGloria Leticia Díaz

Las muertes de las menores Shelsea Abril y Kenia Azul Rojas Ruiz y su madre, Nayeli Aydée Ruiz Martínez, el 25 de marzo último bajo el fuego de marinos que tripulaban un helicóptero, son una muestra de los recientes abusos ocurridos en la ciudad fronteriza documentados por el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL).

Si bien es cierto que en mayo de 2011, cuando se instrumentó el Operativo Regional Coahuila-Nuevo León-Tamaulipas, la Secretaría de Marina (Semar) tomó el control de la seguridad en Monterrey, Nuevo Laredo, Piedras Negras y Reynosa, a finales de enero pasado las versiones de graves violaciones empezaron a escucharse con más fuerza, recuerda Raymundo Ramos Vázquez, presidente del CDHNL.

"Empezamos a saber de casos de detenciones arbitrarias a plena luz del día y de torturas cometidas por marinos, pero las víctimas, por miedo, decidieron no formalizar las denuncias. Después empezaron las balaceras, persecuciones, enfrentamientos y detenciones a todas horas, sobre todo de jóvenes a quienes no se les vuelve a ver o aparecen días después semienterrados en predios despoblados, a unos 50 kilómetros a la redonda de Nuevo Laredo", apunta el defensor.

Entre el 5 de febrero y el 24 de abril, según testimonios y videos, el CDHNL registró 28 desapariciones forzadas ejecutadas por elementos de la Semar. La Procuraduría General de la República (PGR) sabe de estos casos.

"Hay un modus operandi recurrente de la Mariana en ese periodo: disparos de arma de fuego, a manera de disuasión o para frenar a las personas, detenerlas y llevárselas con rumbo desconocido. Los testigos identifican a 25 o 30 elementos que se desplazan en tres vehículos, dos pick up blancas y una gris con los emblemas de la Semar. Las camionetas blancas, tenemos entendido, las proporcionó el gobierno del estado a la institución para realizar patrullajes", explica el defensor.

Cuerpos quemados y diseminados

Proceso consultó el expediente relacionado con la desaparición forzada de Jorge Antonio Hernández Domínguez, de 18 años, y de Juan Carlos Zaragoza González, de 40 (FED/TAMP/NVO.LAR/940/2018), en el que la denunciante, María Elena Domínguez Rodríguez, asegura que una de las puertas de la pick up gris tenía el número 511445.

"Nosotros tenemos la representación de 17 casos, todos detenidos en Nuevo La-redo, de los cuales nueve víctimas aparecieron sin vida en condiciones muy similares. Todos tenían huellas de tortura, la mayoría con disparo de arma en la cabeza.

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