Un “suicidio” en duda

AutorFrancisco Marín

VALPARAÍSO, CHILE.- Peritajes forenses realizados a partir de una nueva autopsia podrían aportar antes de que concluya el año las pruebas definitivas de que José Tohá González, brazo derecho del presidente Salvador Allende, fue asesinado.

De ser así se desmentiría la versión del “suicidio” sostenida en todo momento por la junta militar que encabezó el general Augusto Pinochet.

Tohá fue ministro del Interior y de Defensa en el gobierno de la Unidad Popular (1970-1973). Murió el 15 de marzo de 1974, a los 44 años, en la habitación 303 del Hospital Militar de Santiago.

Fue detenido el 11 de septiembre de 1973, día del golpe militar, en el palacio de La Moneda. Aunque entonces ya no era ministro, permaneció junto al mandatario. Algunos amigos y biógrafos de Allende, como el periodista Carlos Jorquera, aseguran que el malogrado gobernante socialista había decidido que en caso de ausencia forzosa Tohá debía ocupar su puesto.

Tras pasar algunos días detenido en la Escuela Militar de Santiago, el 15 de septiembre de 1973 Tohá fue trasladado, en calidad de “prisionero de guerra”, al campo de concentración de Isla Dawson, en el extremo sur de Chile. Ahí se encontraban recluidos algunos de los máximos jerarcas de la Unidad Popular.

Debido a los malos tratos y vejaciones a los que fue sometido por el personal militar a cargo de ese centro de reclusión, su salud se deterioró, por lo que fue llevado a varios hospitales de Punta Arenas y Santiago. Perdió 27 kilos y cayó en una profunda depresión.

“Asediado por psiquiatras que hurgaban en su depresión y juzgado por coroneles que entrenaban perros para las fuerzas armadas, las acusaciones caían: ladrón, asesino, traidor. El golpe final sobre el moribundo descendió como una acusación más”, refiere Julio Scherer García en su libro Pinochet: Vivir matando.

En el informe de autopsia número 576, realizado la tarde del día en que falleció, en la Unidad de Otorrinolaringología del Hospital Militar, se asienta que murió “de asfixia por ahorcamiento de tipo suicida”, luego de colgarse en el clóset de su habitación.

El documento sólo fue firmado por Alfredo Vargas, entonces director del Servicio Médico Legal (SML), a pesar de que en el procedimiento participaron otros dos médicos y un auxiliar, cuyas identidades permanecen desconocidas. En el informe no se menciona que el cadáver de Tohá presentaba quemaduras de cigarrillo.

Peor aún: se indica que el hematoma en el cuello del occiso es continuo, pero en medicina legal se sabe que en el cuello de los que se suicidan por...

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