Sonidos adictivos ¿Drogas auditivas?
| Autor | Beatriz Castelán García |
| Cargo | Profesora Titular División de Estudios de Posgrado, FCA-UNAM. Presidenta de la Comisión de Revista del IMCP |
| Páginas | 64-64 |
+64
C.P.C. y C.I.A. Beat riz Castelán García
Profesora Titular División de Est udios de Posgrado, FCA-UNA M
Presidenta de la Comisión de Revista del I MCP
HORIZONTES
Sonidos adictivos
¿DROGAS AUDITIVAS?
El arribo de I nternet y de las redes sociales, en e xpansión con-
tinua, ha modi ficado de manera importante la v ida de hoy, de
tal suerte que u n número creciente de personas, en especi al los
jóvenes, invierten , día tras día, má s horas en el intercambio ci-
bernético de ideas, t areas, planes, músic a, comercio y todo lo
inimaginable.
Dentro de esta se descar ga todo tipo de información como la so-
nora. Estos archivos, como es de conoc imiento común, por su con-
tenido musical pueden c rear sensaciones de relajamiento, a legría
o tristeza ; es decir, estimular alg unos estados de ánimo. Sin em-
bargo, lo que no todos conocemos es que, en determ inado tipo,
puede haber algo d iferente que los vuelve adictivos.
El mecanismo de or igen de esta posibilidad, denom inada: sonido
binaural, f ue descubierta y di fundida desde 1839 por e l físico pru-
siano H. Wil hem Dove, quien describió este tipo de s onidos como
“señales de dist intas frecuenc ias”, que son escuchadas o suen an
diferente para “cada oído del m ismo individuo que los escuc ha”. Es
decir, estas seña les son diferentes y son escuc hadas separ ada-
mente por cada oído y al procesa rse en el cerebro generan la onda
“binaura l” que estimul a el cerebro en la zona donde son controla-
das las emociones, a fectando con ello el estado emoti vo de quien
las escucha , según seña la el Dr. Alfre do Miroli, Exsubs ecretario
argentino de Prevención y A sistencia de la Drogadic ción.
Lo interesante, de acuerdo con este es pecialist a, es que: “el espacio
del cerebro donde interactúa n los sonidos binaurales es el mi smo
donde las neuronas concentr an los receptores para droga s psi-
coadictivas”.1
Al respecto, cab e destacar que si bien los sonido bin aurales, según
diferentes especi alistas, no son drog as, sí son considerados por al-
gunos estudiosos como “ drogas sociales” y son dif undidos como
“e-Drugs”, “drogas v irtua les”, “drogas sonoras” o simi lares, me-
diante archi vos musicales en formato DRG que se comercial izan,
por ejemplo como I-Doser, como un cami no para crear estados de
ánimo concretos, sim ilares a los experiment ados por las adiccio-
nes, vía menús de cra ck, peyote, metan fetaminas, mar iguana, al-
cohol, etc., cuyas versiones compact as pueden ser escuchadas v ía
teléfono y, desde luego, en ambientes de tranqui lidad hasta sentir
el efecto buscado.
Esta inducción de estados mod ificados de conciencia , son genera-
dos mediante sonidos r ítmicos y repetitivos, o por medio de “pul -
sos binaurales”, lla mados “frecuencias mág icas”, por producir en
el cerebro pulsaciones de baja f recuencia en amplitud que son p er-
cibidas natu rales como otras.
Por sus caracterí sticas, tienen un ampl io campo de aplicación mé-
dica —actu almente en estudio —, pero derivado de que la escuc ha
puede tener lugar en cua lquier lugar a través de múltiples med ios
incluido el teléfono, resu lta importante obser var el comport a-
miento de las persona s en continua y constante escucha de mú si-
ca, mediante c ualquier dispositivo dig ital, en pa rticular durante
trabajo, dado que puede ser ind icativo de este tipo de ad icción,
cuando se asoc ia con aislamiento y/o incumplimiento de tare as y
compromisos laborales y l a consecuente presencia de los corres-
pondientes problemas y conf lictos asociados.
Si bien, en el entorno labora l esta posibilidad pud iera aparecer un
asunto ajeno y lejano, el sentido preve ntivo de alerta puede ev itar
problemas con acciones pert inentes y oportunas.
1 www.launiondigital.com.ar
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