“¡Soldadera!”

AutorEstela Leñero Franco

Miguel Sabido nombra aquel tren Leyes de Indias en su espectáculo ¡Soldadera!, protagonizado por Martha Zavaleta, el cual se presenta hasta la primera semana de julio en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz de la UNAM.

La soldadera de Miguel Sabido, así, es una mujer sin nombre que vive en el tren de la Revolución durante tres décadas. Viaja colgada o en los vagones de atrás donde, casi como un bulto, es ultrajada, igual que muchas otras de sus compañeras. Forma parte de las tropas villistas y posteriormente de las zapatistas y participa en los enfrentamientos, éxitos y derrotas de los revolucionarios. A pesar de tener la opción de convertirse en soldado y anhelar ser teniente o coronela, ella se mantiene como soldadera aunque ya no tenga hombre que atender. En un pasaje, por ejemplo, nos cuenta detalladamente las categorías a las que las mujeres podían acceder y cuáles eran sus obligaciones. Por medio de la experiencia de esta mujer conocemos a otras mujeres que la acompañan, cada una con diferente carácter y sentimientos que contrastan o coinciden para mostrar un amplio abanico femenino: desde las indígenas y las mujeres de hacendados, hasta las intelectuales.

Miguel Sabido comenta que ¡Soldadera! recoge historias de su familia: “Mi padre habló español hasta los 13 años y muchos de mis primos nunca lo aprendieron. Mi familia materna en cambio fue aristócrata, dueña de una hacienda enorme. Con ambas visiones se formó mi educación.” ¡Soldadera! es una obra llena de anécdotas en las que, precisamente, saltan a la vista estas dos visiones, estas dos formas de vivir la Revolución. Una de las historias más significativas es precisamente la de la hacienda donde trabajó esta mujer y que posteriormente fue destruida por los villistas. Conocemos primeramente la tienda de raya de la hacienda, la muerte de su hermanita, el abuso del patrón, los lujos de la patrona. Y en la segunda parte sucede el incendio: las tropas entran y matan a todos los que han quedado; ella misma se encarga de dispararle...

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