Síntesis sobre el Proceso Escrito en Materia de Justicia para Adolescentes en el Distrito Federal
| Autor | Lic. José R. Padilla |
| Cargo | Profesor de Derecho Constitucional, Garantías y Amparo en la Facultad de Derecho de la UNAM |
| Páginas | 80-80 |
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México es una república democrática, lo cual significa un cambio periódico de gobernantes de acuerdo a las enseñanzas del gran teórico florentino, Nicolás de Maquiavelo, autor de El Príncipe. Nuestro país, además, cuenta con una democracia representativa, hecho que obliga a la elaboración de elecciones directas y generales para designar a una multitud de funcionarios públicos, ya sean de tipo federal, estatal o municipal.
Sólo para hablar del presente año, se elegirán una docena de gobernadores, 500 diputados federales; un número muy considerable de individuos integrantes de los ayuntamientos municipales con sus respectivos síndicos y regidores. Sin faltar los legisladores locales; así como asambleístas y delegados políticos del Distrito Federal (DF). Los ciudadanos de nuestro país tienen derecho a votar y a ser votados; lo mismo a participar en todas las actividades políticas conforme lo apuntan las fracciones I, II y III del artículo 35 de la Constitución General.
De acuerdo al artículo 41 de la propia Constitución Federal, el pueblo mexicano ejerce su soberanía por medio de los poderes de la Unión, de los Estados y de los Municipios y precisa, en el párrafo segundo: "La renovación de los poderes legislativo y ejecutivo se realizará mediante elecciones libres, auténticas y periódicas..." Los partidos políticos, lo mismo federales, locales o municipales, se encargan de promover las actividades políticas y a requerir el voto ciudadano, según cada una de las corrientes ideológicas que profesan. Éstos reciben enormes cantidades de dinero del erario nacional, con pretexto de evitar que requieran procurarse otras fuentes de sostenimiento del todo inconvenientes, ya sean nacionales, extranjeras o de la delincuencia organizada.
En fecha reciente se practicó una reforma al sistema electoral mexicano, a fin de que el ahora Instituto Nacional Electoral (INE), tenga un mayor control sobre los organismos similares de las Entidades Federativas que en su mayoría se conducían con verdadera negligencia, por el dominio que ejercían sobre ellos los gobernadores de los Estados. Por cierto...
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