El silencio que laceró a las víctimas

AutorGloria Leticia Díaz

Pocos días después de que el Papa Francisco dejara México, miembros de organizaciones sociales que buscan visibilizar la crisis de derechos humanos en México admiten sentirse decepcionados porque el Papa se negó a mantener una reunión con las víctimas de la delincuencia y del Estado. Y van más allá: se dicen convencidos de que hubo "un arreglo" entre el Vaticano y el gobierno de Enrique Peña Nieto para que no ocurriera ese acercamiento.

En entrevistas por separado, representantes de la Red Nacional de Organismos Civiles Todos los Derechos para Todas y Todos (Red TDT), Amnistía Internacional, Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan y de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos lamentan que el jerarca católico no haya querido escuchar a las víctimas, en un país lacerado por la violencia, la corrupción y la impunidad.

Esas agrupaciones, como muchas otras, enviaron mensajes al pontífice para informarle de la crisis de derechos humanos que padece el país y, en algunos casos, para solicitarle encuentros privados, como fue el caso de los papas de los 43 estudiantes levantados en Iguala, quienes ya habían buscado a Francisco desde su primera visita al continente americano, el año pasado.

Para María de la Luz Estrada, de CDD, Jorge Bergoglio "perdió una oportunidad histórica", para demostrar que es un jefe religioso y de Estado que se encuentra del lado del pueblo:

Al Papa le faltó algo a lo que convocó a los sacerdotes en Michoacán: atreverse a no resignarse. Le faltó romper con la agenda tan formal, que no dejó mirar el rostro de las víctimas.

Responsable del Observatorio Nacional Ciudadano del Feminicidio (ONCF), Estrada recuerda que para las organizaciones sociales que solicitaron un encuentro, los abusos sexuales de los sacerdotes, las desapariciones forzadas y los feminicidios eran asuntos prioritarios en la reciente visita, puesto que un pronunciamiento papal al respecto podría haber generado acciones concretas para encontrar soluciones o para hallar consuelo.

"Todos sabemos que no iba a cambiar el sistema de justicia, pero las víctimas se hubieran sentido reconfortadas si hubieran tenido unos minutos -que sí le dio a los empresarios. Se habrían fortalecido en la esperanza y podrían continuar el viacrucis que es buscar justicia y verdad", apunta.

Las organizaciones mexicanas, subraya, tienen amplia experiencia en administrar los tiempos en reuniones de alto nivel...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR