Proyecto de decreto por el que se reforma el artículo 212; y se adiciona un artículo 307 bis, ambos de la Ley General de Salud., de 13 de Febrero de 2014

 IniciativasDe la Sen. María Cristina Díaz Salazar, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, la que contiene proyecto de decreto por el que se reforma el artículo 212; y se adiciona un artículo 307 bis, ambos de la Ley General de Salud.SE TURNÓ A LAS COMISIONES UNIDAS DE SALUD Y DE ESTUDIOS LEGISLATIVOS.Ver Sinopsis Español:Propone que en alimentos con densidad calórica mayor a 275 kilocalorías y bebidas no alcohólicas saborizadas con azúcares, se incluyan en las etiquetas leyendas de advertencia, orientando a que la ingesta de este tipo de productos son nocivos para la salud y aumentan los riesgos de padecer enfermedades como la obesidad y diabetes.

Sen. María Cristina
Díaz Salazar
INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE REFORMAEL ARTÍCULO 212 POR ADICIÓN DE UN TERCER PÁRRAFO, PASANDO EL ACTUAL TERCERO A SER CUARTO; Y SE ADICIONA  UN ARTÍCULO 307 BIS, AMBOS DE LA LEY GENERAL DE SALUDLa suscrita,MARÍA CRISTINA DÍAZ SALAZAR, Senadora de la República de la LXII Legislatura del H. Congreso de la Unión, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, con fundamento en lo dispuesto por el artículo 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en los artículos 8, numeral 1, fracción 1; 164, numeral 1; 169 y demás relativos del Reglamento del Senado de la República, someto a la consideración de esta Honorable Asamblea la siguiente; Iniciativa con proyecto de Decreto por el que se reformael artículo 212 por adición de un tercer párrafo, pasando el actual tercero a ser cuarto; y se adiciona  un artículo 307 bis, ambos de la Ley General de Salud,en materia de etiquetado precautorio en alimentos y bebidas no alcohólicas con alto contenido calórico,de conformidad con la siguiente:EXPOSICIÓN DE MOTIVOSLa globalización económica, tecnológica y cultural de las últimas tres décadas ha conducido al mundo de mejoras sustanciales en la calidad de vida, en la disponibilidad de alimentos y en la reducción de los índices de pobreza en muchos países. Sin embargo, estos fenómenos contemporáneos al combinarse con la rápida urbanización, con la liberalización de los mercados globales, con el crecimiento económico apresurado en algunas regiones del mundo y con la diseminación y mezcla de los patrones y costumbres de los países en desarrollo con los de los países desarrollados, también han conducido a situaciones adversas. En el sector de la salud, una de las más evidentes es la modificación profunda en la alimentación y en los patrones de estilo de vida; ambas transformaciones conduciendo a un balance energético positivo en los seres humanos y, por consecuencia, al incremento en la incidencia de obesidad y sobrepeso.La obesidad, un padecimiento que hace pocas décadas se restringía principalmente a países desarrollados, en muy pocos años triplicó su incidencia, pasó a ser una enfermedad que crece más aceleradamente en los países en desarrollo, pasó a ser un padecimiento que afecta, cada vez con mayor frecuencia, en ambos géneros, a niños, jóvenes, adultos y ancianos. La obesidad pasó a ser una epidemia global que afecta intensamente a países con escasos recursos económicos para manejar la salud.Es bien sabida la relación tan intensa que existe entre la obesidad y padecimientos con una gran morbilidad y mortalidad como la diabetes, la hipertensión arterial, la dislipidemia, la enfermedad cardiovascular y el cáncer. Todos ellos líderes mundiales de la mortalidad. Sin embargo, el problema no se limita a éstos pues es muy larga la lista de padecimientos que no tienen un gran impacto en la mortalidad pero si en la morbilidad, en los costos de atención y en el deterioro en la calidad funcional de las personas afectadas.El manejo de las consecuencias de la obesidad hoy consume notablemente los recursos económicos disponibles para la salud en nuestro país y en países en desarrollo y cada vez lo hará en mayor proporción en un corto plazo. Además, la obesidad conducirá a tener una sociedad que en forma directa o indirecta estará enferma y, por consecuencia, será económicamente no productiva.Todo lo anterior, en mayor o menor grado, estamos enterados de su existencia e impacto. También, sabemos que en nuestro país el problema está incrementando. Sin embargo, tanto lo hemos escuchado en una forma intangible o clara que, aunque no negamos su existencia ya hemos perdido, como lo es en otras cosas, la capacidad de asombro del impacto a corto y mediano plazo que tendrá en nuestro país. Estudios en México muestran como hasta el sector profesional de la salud, en una gran proporción de las veces, no actúa al identificar un paciente con obesidad o sobrepeso.La Encuesta Nacional de Salud 2012, un estudio desarrollado por investigadores mexicanos prestigiados, con un método científico impecable que nos permite entender la magnitud de este problema con total confiabilidad, ha dimensionado con claridad el terrible panorama sanitario que enfrenta nuestro país. Sin lugar a dudas, la obesidad es el problema de salud pública más importante de México.El sobrepeso y la obesidad afectan a 71.3% de los mexicanos adultos, mayores de 20 años; esto significa que hoy afecta...

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