Rafael Márquez: Un capitán experimentado e irascible

AutorRaúl Ochoa

El defensa Rafael Márquez, capitán de la Selección mexicana, tiene 35 años y juega su cuarta Copa del Mundo; esto lo vuelve el futbolista nacional con más participaciones en estos torneos, después del portero Antonio La Tota Carbajal -quien participó en cinco-, y lo coloca a la par de figuras legendarias, como Pelé, Maradona, Cafú y Paolo Maldini.

Por diversas razones está considerado el mayor referente de la Selección. Es también el único a quien el director técnico Miguel Herrera le garantizó la titularidad mucho antes de dar a conocer su lista de los 23 convocados a la justa internacional, además de otorgarle el gafete de capitán.

Su presencia en Brasil 2014 puede entenderse porque el futbol mexicano no ha sido capaz de generar figuras de calidad que ocupen su sitio, pese a que después de dos campeonatos mundiales Sub 17 y una medalla de oro olímpica ya debería tener una lista considerable de sustitutos.

El que fue

El Mundial de Brasil parecía inalcanzable para Márquez, quien estuvo ausente de las convocatorias clasificatorias de José Manuel de la Torre, técnico inicial del tortuoso ciclo mundialista.

En 1996, a los 17 años, el michoacano debutó con el Atlas, donde permaneció hasta 1999. Luego fichó para el Mónaco (1999-2003), con el que conquistó el título de la liga francesa en su primera temporada. Ahí llamó la atención del Barcelona, con el que jugó siete temporadas (2003-2010). Cuando bajó su nivel de juego y Pep Guardiola relevó a Frank Rijkaard, Márquez firmó con los New York Red Bulls.

Su única intención era "seguir disfrutando del futbol en otros niveles", reconoció ante los medios en enero de 2011. "Es difícil dejar un gran club. Para mí hubiera sido fácil quedarme ganando lo que ganaba y poniéndome las medallitas sin ningún mérito, pero cuando vi que no tenía mucha actividad, simplemente me hice a un lado".

Con todo, no fue capaz de consolidarse en la liga estadunidense (MLS). En sus dos temporadas con los Red Bulls (2010-2012) sólo jugó 44 partidos -42 como titular- y anotó un gol.

De modo que su repentina convocatoria a la Selección de De la Torre previo a las eliminatorias mundialistas sólo le acarreó críticas. De pronto, el defensa quedó fuera de la convocatoria por una lesión -rotura de fibras de grado 1 en el muslo derecho- ocasionada, se dijo, por la falta de ritmo y su baja condición física.

Regresó a México, al recién ascendido León, donde empezó a mejorar. Eso le bastó para que el entonces técnico nacional, Víctor...

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