Rivera Carrera, marginado

AutorRodrigo Vera

La visita del Papa Francisco destapó las encarnizadas pugnas internas de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), cuya directiva se valió del cardenal Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia y protegido del Papa, para golpear mediáticamente al arzobispo de México, el cardenal Norberto Rivera Carrera, debido a que éste -en un desaforado protagonismo-empezaba a manejar la visita con fines políticos y para provecho propio.

A pesar de ser el titular de la arquidió-cesis más importante del país y uno de los anfitriones de Bergoglio, la CEM también relegó de la coordinación de la visita papal al cardenal Rivera Carrera, quien en desquite se negó a aportar su cuota de miles de voluntarios para vigilar las vallas dispuestas al paso del pontífice.

El analista Elio Masferrer Kan, quien ha seguido muy de cerca todos los pormenores de la visita, comenta: "La visita sólo aceleró el descrédito de Rivera Carrera, a quien ya desde antes se le viene pronosticando poco tiempo al frente de la arquidiócesis, principalmente por sus fuertes nexos con la clase política y empresarial, los jugosos negocios que realiza con el culto guadalupano y la protección que le dio a Marcial Maciel, acciones totalmente opuestas a la línea pastoral del actual Papa".

En octubre pasado, poco antes de que se confirmara la visita del Papa y los lugares que visitaría, Rivera Carrera prestó sus buenos oficios para que Andrés Manuel López Obrador, presidente nacional de Morena, y Miguel Ángel Mancera, jefe del gobierno capitalino, tuvieran sendos acercamientos con el pontífice y los aprovecharan para apuntalar su respectivas carreras a la Presidencia de la República.

El 14 de octubre, en una audiencia pública del Papa en la Plaza de San Pedro, López Obrador se acercó para saludarlo y sacarse una foto que puso a circular profusamente. Aprovechó el saludo para entregarle al pontífice una medalla de Fray Bartolomé de las Casas, defensor de los indígenas chiapane-cos, por lo que al parecer el cardenal ya le había adelantado que el periplo papal incluiría Chiapas. El político "juarista" confesaría que Rivera Carrera lo ayudó a acercarse al pontífice.

Una semana después, en la audiencia pública del 21 de octubre, Mancera le hizo llegar una carta al Papa de manos del abogado del cardenal, Armando Martínez. Y ahora fue la foto de éste con el Papa -al momento de entregar la carta- la que se difundió ampliamente.

Mientras tanto, el Episcopado Mexicano, molesto, tomaba nota de estas maniobras...

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