Responsabilidad social corporativa
| Autor | Jorge Barajas Palomo |
| Cargo | Expresidente del IMCP y del IMAI |
| Páginas | 59-59 |
59+
C.P. Jorge Barajas Palomo
Expresidente del IMCP y del IM AI
RENDICIÓN DE CUEN TAS
RESPONSABILIDAD SOCIAL
CORPORATIVA
El número de Contaduría Pública, cor respondiente al pasado mes
de febrero -fresquecito aún- ofre ce a nuestra detenida reflexión
muy buenos artícu los, dos de los cuales me parecen excelentes y
bien documentados; por el lo, los recomiendo para una nueva lec-
tura con el fin d e ser ampliamente compartidos con los colegas y
compañeros de trabajo.
Proviene, el pri mero, del rigor académico al que nos tiene y a acos-
tumbrados la maest ra Sylvia Meljem Enríquez de Rive ra, del
ITAM, y el seg undo de otro disting uido docente, el doctor Leona r-
do Alfonso Verduzco, de la Div isión de Negocios Anáhuac M ayab.
En el suyo –“Hasta dónde in formar”, pág.26- Sylvia resalta l a im-
portancia de l a adopción en los últimos años h asta por 113 países,
de las Normas I nternacionales de Informa ción Financiera (IFRS,
por sus siglas en i nglés), lo cual per mite la medición y reporte de
sus activid ades económicas en forma simi lar, concluyendo su no-
table estudio con la prese ntación de un cuadro en el que se resu-
men las práctic as de revelación y nos muestra el importa nte ha-
llazgo de que uno de los conce ptos más revelados es la de las
políticas empresar iales de responsabil idad social.
Por su parte, el doctor Verduzco nos infor ma en su magnífica co -
laboración –“Respon sabilidad Social . Rumbo a la ISO 26000 RS ”,
pág. 46- sobre los múltiples mode los de gestión en proceso de de-
finición, ta nto en México como en la órbit a internacional, basa-
dos en los principios de la R SE hacia el objetivo pr incipal de la sus -
tentabilidad y con u na clara tendencia a l desarrollo de está ndares
de medición, ex presando como corolario que “es imperativo hacer
conciencia en los empresar ios mexicanos de que dicho concepto
no es un elemento de relaciones públ icas, sino el eje de las est rate-
gias empresar iales”.
Me atrevo a enlaz ar las aportaciones magist rales de ambos arti-
culista s para preguntar si la opin ión que emiten los auditores ex-
ternos sobre la infor mación financ iera de las empresas, podr ía lle-
gar a incluir su e valuación del grado de cu mplimiento efectivo de
dichas estr ategias. Por ejemplo, con referencia a los est ados finan-
cieros de la Compañía M inera Cuzcatlán, S. A. de C.V., fili al mexi-
cana de la ca nadiense Fortuna Si lver Mines, Inc., que extrae plat a
a gran esca la en Oaxaca y ha sido ob jeto de denuncias y demand as
–no atendidas por los gobier nos federal y estatal- ante el des astre
ecológico que se dice está provo cando en los municipios de San
José del Progreso y Magd alena Ocotlán, ¿cómo revel ar esto en los
estados fina ncieros?, ¿es grave la contingenc ia?, ¿qué opinaron al
respecto los auditores en su reciente d ictamen “li mpio” por 2010?
Otro ejemplo amplia mente divulgado es el de Minera Sa n Xavier
en San Luis Potosí, subsid iaria de la también ca nadiense New
Gold, Inc., que en su infor mación por 2010 declara haber produc i-
do 118,708 onzas de oro provenientes del tajo a c ielo abierto que
desarroll a en Cerro de San Pedro, acerca de lo cual la comu nidad
viene advir tiendo desde hace varios años sobre su alto cos to am-
biental, socia l y jurídico para el Valle d e San Luis; ¿nada qué reve-
lar tampoco en est e caso por los auditores externos, así sea nad a
más por el riesgo de que l as operaciones de la empresa pudieran
llegar a ser sus pendidas por las autoridades?
Y ya que de empresas minera s estoy hablando, podría cita r tam-
bién las operaciones de muc has otras subsidiaria s mexicanas de
grandes corporat ivos globales en Guerrero, Chi huahua, Baja Cal i-
fornia Sur, Sonora, Dur ango, Zacatecas, Nayarit, Jali sco, Mi-
choacán, Veracru z y Chiapas, hasta a hora…
Debo sumar a esta s inquietudes una sincera fe licitación a mi que-
rida Sylvia Me ljem Enríquez de Rivera y al dist inguido doctor
Leonardo Al fonso Verduzco Dávila, exten siva por supuesto al es-
timado colega Ca rlos Enrique Pacheco Coello, quie n tuvo a su car-
go la coordinación de ese nú mero de nuestra revista y que en su
carta ed itorial escribió dign amente: “… nuestra integrac ión al
mundo global nos perm ite aprovechar ventajas comparativas y
convertirnos en m ás competitivos, pero no quitando posic iones a
las organiz aciones, sino con un sentido de unif icación de nuestra
economía para romper di ferencias entre ricos y pobres, con u n en-
foque de responsabil idad social”. Bien, Carlos Enrique, e stamos
de acuerdo.
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