Responsabilidad social de las firmas de contadores públicos. Una visión para el siglo XXI
| Autor | Leonel Sebastián Chavarría - Tomás Rubio Pérez |
| Páginas | 10-16 |
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En PwC México entendemos la responsabilidad corporativa como un compromiso individual y de la Firma para usar nuestro talento y recursos de manera generosa en la ayuda a otros para marcar una diferencia positiva, actual y futura en los lugares donde operamos, dentro de los rubros de: comunidad, medio ambiente, gente y mercado.
Nos basamos en un modelo de gestión en el que la perspectiva de la gente es la clave para el éxito de nuestro negocio. Vivimos la experiencia PwC al invertir en las relaciones interpersonales y con los equipos de trabajo, compartir, colaborar y ponerse en los zapatos de los demás, así como enfocar e incrementar el valor de nuestra gente y clientes con el objetivo de brindarles una experiencia única.
En la formación del capital humano hemos construido un ambiente de trabajo positivo y una cultura donde el desarrollo y desempeño es apoyado mediante un programa de coaching para lograr sus metas y objetivos, tanto aspiracionales como profesionales, así como un programa de evaluación del desempeño basado en los logros obtenidos.
Es en este último donde cada colaborador, de acuerdo con su Plan Anual, identifica sus necesidades de capacitación y desarrollo de carácter técnico como elementos fundamentales del Programa de Educación Continua.
Asimismo, incluimos temas formativos de carácter no técnico tales como: cuidado de la salud, seguridad personal y familiar, manejo del estrés e inclusive clases de yoga.
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Es una realidad que la población y sus miembros, así como sus necesidades, crecen constantemente; sin embargo, la producción de bienes y servicios no crece en la misma proporción. Además de que los conflictos se multiplican, los encargados de resolverlos no logran organizarse, e incluso dan la apariencia de dividirse. Esto puede granearse con el ciclo escolar 2008-2009, en el que 152,991 aspirantes a licenciaturas de la UNAM y 48,890 del IPN no alcanzaron lugar para ingresar.
En este sentido, la simbiosis Empresa-Universidad se conforma como una de las relaciones importantes entre los diversos actores sociales para atender los requerimientos de desarrollo económico, social y cultural que el país demanda.
Esta relación sobresale por el compromiso de ambos en ser partícipes conjuntos de los procesos de crecimiento económico y desarrollo, tanto individual como social, atendiendo como una de sus necesidades prioritarias el desarrollo de aptitudes y actitudes de sus integrantes.
Así, las universidades formadoras de ciudadanos idóneos para incorporarse adecuadamente a la sociedad (cuya función medular consiste en educar, producir y transmitir conocimiento que sirva integralmente al tejido social, capaces de captar la realidad existente, detectar su problemática y diseñar los medios que permitan superarla) encuentran en la empresa al aliado estratégico para sumar esfuerzos y recursos que brinden a la sociedad una alternativa para solucionar sus problemas.
Esta alianza reviste importancia, sobre todo cuando existe algún grado de incredulidad acerca de la relevancia académica, ya sea debido a la débil información de su quehacer, a condicionamientos propios, a paradigmas equivocados, a la exclusiva actividad de formación de recursos humanos o a la tenue incorporación activa a los proyectos de desarrollo económico de la sociedad. A este respecto, cabe mencionar que aún las universidades innovadoras (que crean centros de investigación o incubadoras de negocios) que no sustenten los proyectos en la realidad de su entorno, no serán más que una realidad académica.
No obstante, sea cual fuere la causa, las universidades deben estar atentas a las transformaciones sociales y ser entes proteicos dispuestos a autogenerarse nuevas estructuras que trasciendan sus fronteras institucionales y vincularse a sus entornos socioeconómicos, con una nueva visión y misión, sin descuidar sus actividades fundamentales de docencia e investigación.
Uno de los compromisos sociales más claros que tienen las empresas es el vínculo y las oportunidades de desarrollo y bienestar que ofrecen de forma general a las personas, iniciando en primer lugar con su talento interno.
Bajo esa perspectiva y siendo una empresa socialmen-te responsable, KPMG instrumenta importantes acciones para enriquecer y transformar el conocimiento de sus profesionales. Ejemplo de ello son los planes de entrenamiento que la Firma realiza anualmente para actualizar y fortalecer la experiencia técnica de su gente, estableciendo también programas de capacitación en habilidades de liderazgo, comunicación, trabajo en equipo, entre otras.
De igual manera, suma a la formación de sus integrantes la puesta en práctica de lo aprendido, no sólo en...
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