Reforma del miedo

AutorAlejandro Gutiérrez

MADRID.- Aunque aún no cumple 100 días al frente del gobierno, Mariano Rajoy se enfrentará a la primera huelga general que pretende paralizar España el próximo jueves 29. Los sindicatos que la convocan lo hacen en repudio a la más profunda de las reformas laborales aprobada en la era democrática, la que, dicen, abarata el despido y precariza el empleo.

Con el respaldo de una mayoría parlamentaria, Rajoy ha incumplido las promesas que hizo durante su campaña electoral: se comprometió a que no aumentaría impuestos ni abarataría el despido laboral como parte de sus acciones para salir de la recesión.

La nueva norma fue anunciada el 10 de febrero último y entró en vigor dos días después. La Comisión Europea la recibió con beneplácito. Aseguró que va en "buena dirección" y que cumple los "plazos" fijados.

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) también la defendió la medida. Su presidente, Juan Rosell, sostuvo que el gobierno "cogió al toro por los cuernos". Advirtió, sin embargo, que se trata del primer paso en las reformas estructurales que requiere España. Aplaudió los cambios porque el "problema fundamental del marco laboral español era su rigidez, y esta reforma permite la 'flexibilidad' del mercado de trabajo", dijo.

En sintonía con los líderes del Partido Popular (PP) -como la secretaria general María Dolores de Cospedal, quien ha fustigado continuamente a los sindicatos por ejercer su derecho de huelga-, Rosell fue más allá al pedir que después del jueves 29 "se revise el derecho de huelga porque no se puede paralizar un país por defender los derechos de unos afectando el derecho de otros".

Esta nueva legislación laboral forma parte del agresivo plan de choque que aplica el gobierno de Rajoy, más enfocado en la austeridad que en la reactivación de la economía. Su prioridad es cumplir con el compromiso que hizo ante la Unión Europea (UE) para reducir el déficit público respecto del PIB de 8.5% al cierre de 2011 a 5.3% al cierre de este año. Para ello es necesario aplicar recortes al presupuesto por 40 mil millones de euros que se suman a los 15 mil millones que redujo el gobierno de su antecesor, José Luis Rodríguez Zapatero.

Para cumplir con ese objetivo el gobierno deberá hacer recortes aún más severos que los anunciados hasta ahora en los presupuestos generales del Estado. Éstos serán presentados ante las Cortes Generales el próximo viernes 30, un día después de la huelga. De manera independiente a estos recortes, el Fondo Monetario Internacional estima que la economía de España decrecerá hasta caer a -1.7%.

Tal como lo hizo durante su campaña electoral, Rajoy mantiene un discurso ambiguo para evitar referirse a las nuevas medidas de ajuste que incluirán los presupuestos, según han denunciado dirigentes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Lo hace, dicen, para evitar dar malas noticias antes de las elecciones autonómicas que se realizan este domingo 25 en Asturias y Andalucía. En esta última comunidad el PP podría ganar luego de 30 años de gobiernos socialistas.

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, acusó...

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