Reflexiones de una lectora en torno a las deportaciones

Señor director:

Dar refugio y luego incluir en su sociedad a 11 millones de personas es una tarea difícil, especialmente para México, un país que ya poseía 55.3 millones de personas en situación de pobreza en 2014, según el Coneval.

Es imperativo prepararse para la llegada masiva de personas. Debe existir un plan certero y, de ser necesario, que se pueda acceder a la ayuda internacional humanitaria para asegurar que tanto los retornados como las personas que radican en el país no se vean afectados. El aumento en la densidad poblacional tendrá una fuerte incidencia en la economía mexicana y también producirá fuertes cambios sociales, culturales, de salud y ambientales.

Sin embargo, las consecuencias ambientales de la política migratoria del gobierno de Estados Unidos ingenuamente han sido limitadas al problema de conectividad ambiental por la construcción de un muro fronterizo. La llegada de tanta gente puede tener graves consecuencias ambientales si no se planea adecuadamente su reinserción en el país. Un aumento drástico en la densidad poblacional implica un impacto grande al ambiente, entre otras cosas por mayor consumo de recursos y la contaminación asociada.

Las personas necesitan dónde vivir y directa o indirectamente un lugar donde producir los alimentos. Las áreas naturales de las ciudades, zonas periurbanas y rurales son transformadas de una manera desordenada a medida que aumenta la población para construir casas, carreteras, redes de agua, electricidad y drenaje, áreas agropecuarias, etc. La consecuencia directa es el cambio de uso de suelo, lo que a su vez disminuye los servicios...

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