"Queremos que el alcalde Villalobos voltee a vernos"

AutorJaime Luis Brito

CUERNAVACA, MOR.- La semana pasada un grupo de vecinos colocó piedras para evitar la circulación de vehículos sobre la avenida Plan de Ayala, una de las más importantes de Cuernavaca. Luego atravesó un mecate y colgó lencería femenina.

"A ver si el presidente (municipal Antonio Villalobos Adán) voltea a vernos", expresa un indignado vecino, quien se queja de que hace un mes la zona no tiene agua. El bloqueo duró cuatro días.

Y aun cuando la capital morelense se ubica en la zona de mayor estrés hídrico del país, según la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, la crisis del agua en la ciudad es producto de otros factores asociados a la histórica corrupción, como la ineficiencia en el manejo del gasto público, la dilapidación presupuestal, la ineficiencia operativa, pero sobre todo el abandono desde hace décadas de la vieja infraestructura hidrológica y el negocio de las pipas.

El ayuntamiento cuernavaquense tiene un adeudo histórico de 265 millones de pesos con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por la energía que hace funcionar las bombas en los 98 pozos con los que cuenta el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC). Ese adeudo ha variado de una administración a otra, hoy se acerca a 78% del presupuesto anual del ayuntamiento que encabeza el morenista Villalobos Adán.

Y como no hay forma de pagarlo, pues la mayor parte los recursos que maneja el alcalde -58.4%- se destina al pago de salarios y prestaciones, la CFE decidió cortar de forma intermitente la luz a los pozos, dejando sin agua a entre 30 mil y 60 mil personas. Las anomalías empezaron hace varias semanas y afectan a las colonias del entorno.

Un análisis del Centro de Investigaciones Morelos Rinde Cuentas, una organización civil especializada en temas de transparencia, prende las alarmas respecto a la "bomba de tiempo" en la que se ha convertido el SAPAC.

Eso se replica en los otros 33 municipios de la entidad, sin contar con los tres municipios indígenas de nueva creación, sostiene Roberto Salinas, codirector de la asociación.

Y mientras la ciudadanía desesperada toma las calles y colapsa la ciudad, las autoridades se reparten culpas. La semana pasada, el viejo conflicto entre el actual gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo -alcalde de Cuernavaca entre 2016 y 2018- y el morenista Villalobos se reavivó. Y aun cuando las protestas amainaron el fin de semana porque "cayó algo de agua en las casas", la escasez va a continuar.

Un vicio histórico

El lunes 16 el gobernador Blanco afirmó que la culpa de la crisis...

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