Propuesta de reforma a la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios.

Año2020
Autor de la iniciativaDiputado Juan Carlos Guerra López Negrete, del Grupo Parlamentario “Del Partido Acción Nacional”, conjuntamente con las Diputadas y Diputados que la suscriben.













Congreso del Estado Independiente,

Libre y Soberano de Coahuila de Zaragoza

2020, Año del Centenario Luctuoso de Venustiano Carranza, el Varón de Cuatro Ciénegas”









Propuesta de Iniciativa con Proyecto de Decreto por la que se adiciona el numeral 4 al inciso A) de la fracción I del artículo 2o., y se adiciona la fracción XXXVII al artículo 3o., de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios.


Planteada por el Diputado Juan Carlos Guerra López Negrete, del Grupo Parlamentario “Del Partido Acción Nacional”, conjuntamente con las demás Diputadas y Diputados que la suscriben.


Fecha de Lectura de la Iniciativa: 30 de Septiembre de 2020.


Turnada a la Comisión de Hacienda.


Lectura del Dictamen:


Decreto No.


Publicación en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado:






H. PLENO DEL CONGRESO DEL ESTADO

DE COAHUILA DE ZARAGOZA.

PRESENTE. -



Iniciativa que presenta el Diputado Juan Carlos Guerra López Negrete, conjuntamente con los diputados del Grupo Parlamentario “Del Partido Acción Nacional”; en ejercicio de la facultad legislativa que nos concede el artículo 59 Fracción I, 67 Fracción I de la Constitución Política del Estado de Coahuila de Zaragoza, y con fundamento en los artículos 22 Fracción V, 144 Fracción I, 158, 159 Y 160 de la Ley Orgánica del Congreso Local, presentamos INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO, por la que se se adiciona el numeral 4 al inciso A) de la fracción I del artículo 2o., y se adiciona la fracción XXXVII al artículo 3o., de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, en base a la siguiente:


Exposición de motivos

La historia del vino se remonta hasta la cultura griega y es parte de la cultura occidental desde los inicios del continente europeo, propagándose a América aproximadamente en el siglo XV cuando las cantidades importantes de este líquido arriban al nuevo continente descubierto. En las primeras referencias, Luis Hidalgo Fernández-Cano, en su libro Notas históricas sobre los orígenes españoles del cultivo de la Vid en España, señala que “el vino constituía un complemento indispensable en la dieta del pueblo español, y por ello, desde el primer momento está su presencia en los bastimentas de las expediciones del descubrimiento y colonización de América. Se hacía necesario e imprescindible para los tripulantes, gentes de armas y colonizadores que tomaban parte en las mismas, pues el vino se consumía como alimento, como medicina y como reparador de fuerzas”.

El vino ha estado presente a lo largo de la historia de nuestro país, en la cultura olmeca ya se conocía del cultivo de vides silvestres, que se utilizaban para hacer bebidas a la que agregaban otras frutas y miel, en la época de la Colonia, pasando por la época de la Independencia, el presidente Antonio López de Santa Anna expidió el decreto que establecía el Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio, autorizando el establecimiento de la Escuela de Agricultura, con cinco disciplinas, donde una de éstas se refería al cultivo y manejo de la vid, en la época de la reforma y finales del siglo XIX, y en la época de la Revolución los vinos franceses se volvieron sinónimo de prestigios.

Coahuila, un territorio semidesértico donde en algunos municipio su clima perfecto para la producción de la vid, siendo en el municipio de Parras de la Fuente, cuando los españoles se dieron cuenta que era tierra fértil donde la vides se producían en forma silvestre a la que llamaban mostrenca o cimarrona, surge la primera vitivinícola en América, hoy conocida como Casa Madero en el municipio de Parras de la Fuente una de las productoras del ramo más importante de México con vinos de excelencia, los cuales han ganado premios por su calidad., hasta la actualidad han surgido empresas del mismo ramo, cuyo producto ha sido reconocido por ser de la más alta calidad, como lo son las Bodegas Rivero González que abrieron sus puertas en 1998. Los conocimientos acerca de la siembra, destilación y producción del vino dieron su fruto y generaron una industria del vino elaborado artesanalmente, además de impulsar la agricultura de la vid en esta región paradisiaca. Otra productora es la denominada el Vesubio, fundada por Nicolás Nicolielli, la cual produce un vino conocido como “Sangre de Cristo”, además de aguardientes, tintos y blancos; tiene más de cien años de producir vino. La Bodega El Perote, que inicia como marca registrada en 1957, elabora una gran variedad de vinos generosos, de mesa, licores de fruta, aguardientes, sotol y brandy. Otra bodega artesanal digna de mencionarse es la Segovia Fuantos, que desde hace 44 años produce vinos generosos. Bodegas Barro Viejo en la exhacienda La Soledad, y las Bodegas Hacienda del Rosario. Cuatro Ciénegas es otro enclave vitivinícola en el estado.


La región Sureste del estado, con el paso de los años, se han creado algunos viñedos que producen vino de excelente calidad como Bodegas de la Capellanía en Ramos Arizpe. En Arteaga se encuentran Los Cedros y Bodegas del Viento, y en el valle de Derramadero, San Juan de la Vaquería. En General Cepeda se tiene los viñedos de la hacienda Florida y en el valle del Tunal, los viñedos Don Leo, muy cerca de Parras. En La Laguna se encuentra la Vinícola Cuatro Ángeles, de los Morales Salazar y, en el norte, en San Buenaventura, las Bodegas Rancho El Fortín, de la familia Ramón. El vino además de ser un alimento, es una industria-Cultura que es muy distinta a la producción de licores y bebidas destiladas, además de su bajo contenido de alcohol, su producción genera otros atributos positivos a la región, además de la productividad económica, la cantidad de empleos tiene virtudes que le dan a nuestro país un nuevo prestigio que hasta hoy solo recibían países como Francia, España, Chile, entre otros, México, gracias a sus empresarios ya está picando piedra con mucha contundencia en este rubro. Dándole a nuestro país una envestidura que no tenía.

Coahuila de Zaragoza, es una región cuya actividad vitivinícola forman parte importante en su economía local, por ende, debe fomentarse el enoturismo, o turismo enológico, pues esta actividad no solo se enfoca conocer el mundo del vino, viñedos, elaboración e historia, su difusión va más allá, ya que se dirige a los turistas nacionales y extranjeros, para que visiten los municipios que comprenden la Ruta del Vino, y que deseen observar y aprender todo lo relacionado con la actividad vitivinícola, desde la visita a los viñedos hasta la degustación en la cata de vinos, sin embargo nos encontramos que para el consumidor, puede resultar el costo de un vino muy elevado, al ser un vino de mesa la Ley le impone el impuesto del IEPS, el cual asciende a la cantidad del 26.5 que sumado además al IVA del 16%, da un total del 42.5% de impuesto sobre cada botella de vino, es por ello que se pone a consideración del H. Congreso De la Unión, la eliminación de ese carga fiscal, atendiendo a que esta actividad vitivinícola forma parte importante en la economía de nuestro estado y que al imponerle dichas cargas genera la disminución en su venta y consumo, pues de estos impuestos que se aplican se advierte que se impone un impuesto sobre otro impuesto lo que desde este punto de vista es contrario a la ley, pues estamos ante la presencia de una doble tributación, siendo esta carga impositiva para los productores y distribuidores desproporcionada, ya que además de ello la ley les impone otras obligaciones como declaraciones informativas de la personas a quienes se les trasladó el impuesto, adherir marbetes a los envases, de los utilizados o destruidos, reporte de inicio y término del proceso de producción, estar las empresas vinícolas inscritas en el padrón de contribuyentes de bebidas alcohólicas, requisito ineludible para poder adquirir marbetes y precintos, así como el registro en el padrón de importadores y exportadores sectoriales de las Secretaría de Hacienda y Crédito Público, entre otros. A mayor ilustración una botella de un vino local hoy en día cuesta en el supermercado $356 pesos, $151 pesos son solo impuestos, esa misma botella en estados unidos cuesta 10 dólares, solo $200 pesos, la misma botella producida a 150 kilómetros de Saltillo cuesta $151 pesos más que la botella que viajo 1000 kilómetros y paso por aduanas y fronteras, es aquí donde apreciamos las cargas fiscales a nuestros productores, y bajo las condiciones en las que se vive en la actualidad se requieren incentivos para apoyarlos, ya que con sus aportaciones al ser generadores de empleos e impuestos de otra naturaleza contribuyen al crecimiento de la economía de nuestro país.

La legislación nacional, contempla a los vinos como el resultado de procesos de destilación, considerándolos dentro de todas las bebidas que sí lo son y que tributan según el tabulador de la Ley del Impuesto Especial sobre la Producción y Servicios, que debería ser distinto y particular para las bebidas que resultan del proceso de la fermentación, como en el caso de la...

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