Propaganda electoral

AutorFlorence Toussaint

El veto a los partidos políticos para comprar directamente tiempo en radio y televisión resultó un freno parcial a corto plazo. El desarrollo de la tecnología abrió el campo digital. Páginas, redes sociales, anuncios en los portales vinculados al correo electrónico fueron utilizados ampliamente. Sirvieron, de manera indirecta, para difamar, proferir insultos y desacreditar a candidatos.

El anonimato de las redes, bajo la premisa de que son cuentas individuales, privadas, que crecen bajo la responsabilidad del usuario, enmascara el manejo de aparatos repetidores automáticos de frases, produciéndose así lo que se llama "viralización" de un tema. Tales tuits y hashtags juegan el papel que antaño tenían los rumores. Y es peor cuando medios periodísticos digitales los toman como notas sin verificar su autenticidad. Tales instrumentos se prestan para desatar campañas sucias sin que éstas puedan ser sancionadas. Significativo fue el uso de este medio en contra de Morena y sus candidatos.

La derrota del gobierno del Distrito Federal para acotar el ensanchamiento de espectaculares instalados a la orilla de vías rápidas, en la administración de Marcelo Ebrard, así como el aumento de anuncios en vallas de metal colocadas para resguardar las "excavaciones profundas" o los terrenos baldíos, incidieron en el despliegue de los rostros de candidatos con apenas una frase; con el logo del partido pequeño y disimulado en el caso del PRI. Otra novedad fueron las mantas del...

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