Prófugo de la injusticia

AutorPatricia Dávila

Retenido durante dos días sin que le notificaran los cargos en su contra ni le permitieran entrevistarse con su abogado, el oficial decidió fugarse y buscar un "juicio justo".

De 55 años, y 21 de antigüedad en el ejército, el teniente Chontal asegura que su hoja de servicio está limpia y que, ya en libertad, solicitó a través del abogado Pablo Alvarado un amparo indirecto contra las acciones del general Covarrubias Hernández, el director de la prisión militar de Mazatlán y el agente del Ministerio Público Militar adscrito a la Novena Zona, Víctor Hugo González Sánchez.

Desde su autoexilio, Chontal Isidor narra a Proceso vía telefónica los episodios que ha vivido desde el medio día del 14 de mayo. Ese domingo, dice, "con mi contingente hacía un rondín de rutina en el centro del poblado El Dorado, en Culiacán. Un civil que circulaba en un carro marca Matiz, color rojo, al parecer, se asustó al ver nuestro convoy militar y aventó una maleta de color negro. Cuando la recogimos, contenía 65 gramos de mariguana en breña, dos dosis de cristal y dos listas con nombres y cantidades. La eché dentro de mi vehículo de trabajo, una Cheyenne siglas 0906357".

Al día siguiente, cuando estaba en el Ministerio Público de la localidad de Costa Rica, también en Culiacán, llegó el coronel Salvador Núñez Flores, comandante del 94 Batallón de Infantería. "Me presenté con él y le informé que estaba poniendo a disposición un carro robado de la marca Toyota color blanco de la línea RAV 4, tipo vagoneta. Me indicó que continuara con la puesta a disposición y que posteriormente platicaría conmigo. Al terminar me presenté nuevamente con él. Me dijo que lo siguiera", relata.

El teniente subió a su vehículo militar, conducido por el cabo de caballería Wen-dy Felipe Martínez Chan, y avanzó seguido de las dos unidades que los acompañaban. Iba detrás del automóvil del coronel Núñez Flores por la carretera de Costa Rica hacia la autopista para la ciudad de Culiacán. Al llegar a la carretera, el vehículo de Núñez se detuvo, y el oficial le ordenó a Chontal Isidor que lo llevara a su base.

"Lo conduje al lugar. Cuando arribamos a la base, el coronel de infantería me pidió que formara a mi gente. Los llamé. Cuando estábamos concentrados fue conmigo y le ordenó al teniente de infantería Israel Cuevas Saavedra que me quitara mis teléfonos celulares. Luego pidió mi cartera, me preguntó cuánto traía, le dije que 800 pesos, un billete de Costa Rica y un dólar, de recuerdo. No me la...

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