Proceso de cambio en las empresas
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A nivel mundial se están suscitando una serie de cambios que exigen una nueva postura por parte de las organizaciones, pues éstas no se pueden quedar estáticas, sino que deben enfrentar dichas exigencias por medio de adaptaciones o cambios.
Muchos de estos cambios son introducidos en las organizaciones a fin de mantenerse en el mercado, pues con la globalización las empresas deben estar a la vanguardia, ya que en el mercado el más fuerte es el que triunfa y el más débil tiende a desaparecer.
No obstante, los cambios no son fáciles de implementar dentro de las organizaciones, pues lo que generalmente se presenta es la resistencia al cambio por parte de las personas, ya que tienen incertidumbre de lo que pueda pasar; por tanto, la forma de defenderse de lo desconocido es afianzarse a lo conocido, lo cual tiene como resultado una negativa a lo nuevo.
Es importante mencionar que un proceso de cambio es eficiente cuando la gente se compromete con él, ya que de otra forma resulta imposible que se obtengan resultados positivos, pues por medio de las personas es como ocurre el cambio, razón por la cual no se pueden considerar como algo ajeno al proceso.
El cambio organizacional es cualquier transformación en el diseño o el funcionamiento de una empresa; es conceptualizado como la capacidad de adaptación de las organizaciones a las diferentes transformaciones que sufra el medio ambiente interno o externo, mediante el aprendizaje; también es definido como el conjunto de variaciones de orden estructural que sufren las organizaciones y que se traduce en un nuevo comportamiento organizacional.
Según, Kurt Lewin el cambio organizacional es una modificación de las fuerzas que mantienen el comportamiento de un sistema estable, razón por la cual éste es producto de dos fuerzas: las que ayudan a que se realice el cambio (fuerzas impulsoras), y las que se resisten al cambio (fuerzas restrictivas), que desean mantener el status quo.
De las definiciones anteriores puede deducirse que el entorno es importante para las organizaciones y que de él dependen muchos cambios que se deben aplicar (fuerzas externas); sin embargo, las fuerzas internas también son generadoras de cambio.
Por lo anterior, es importante que existan diferentes tipos de fuerzas que influyan en la necesidad de aplicar cambios dentro de las organizaciones, éstas son:
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Las fuerzas internas que provienen de dentro de la organización, surgen del análisis del comportamiento organizacional, se presentan como alternativas de solución y al final crean la necesidad de cambio.
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Las fuerzas externas que se generan fuera de la organización, tales como los cambios políticos, económicos, sociales, las normas de calidad, la innovación tecnológica, los impuestos, entre muchos otros factores.
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Las fuerzas impulsoras que promueven la necesidad de implementar cambios dentro de las organizaciones.
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Las fuerzas restrictivas que limitan o inhiben los cambios dentro de las organizaciones, por la incertidumbre de qué podrá pasar después de la implementación de éstos.
No obstante, a pesar de las fuerzas que se puedan presentar para promover o inhibir el cambio, éste surge de la necesidad de romper con el equilibrio existente dentro de la organización para transformarla; es decir, lo que se busca es hacerla más productiva y rentable, así como para mantenerse a la vanguardia y aplicar la mejora continua de forma permanente para hacer frente a la competencia en igualdad de condiciones.
No todos los cambios organizacionales son iguales, ni se aplican en las mismas condiciones, sobre todo, dependiendo del tipo de organización en que se implementen.
Por lo anterior, el cambio se clasifica en dos tipos considerando su ejecución:
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Cambio radical. Este surge o se presenta cuando las organizaciones llevan a cabo ajustes importantes en la forma en que realizan los negocios; o bien, cuando éstos se dan de forma precipitada para hacer frente a alguna necesidad inminente. Un ejemplo de este tipo de cambio son las fusiones; no obstante, se destaca que son poco frecuentes pues concretarlos exige mucho tiempo y su ejecución es difícil.
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Cambio gradual o planeado. Es un proceso de evolución temporal; es decir, en éste los cambios se van aplicando con mesura, se realizan modificaciones menores. Cabe destacar que varios cambios graduales bien realizados pueden transformar por completo a la organización; sin embargo, si éstos son aislados se consideran sólo como mejoras a la organización.
Según, Kurt Lewin para facilitar la implementación del cambio planeado es necesario considerar las fases siguientes:
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Descongelamiento. Aquí se deben reducir las fuerzas en su actual nivel de comportamiento. En dicha etapa, la administración planea y prepara a los...
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