Los principales efectos fiscales y laborales que se podrán resentir en 2017 como consecuencia de los problemas económicos

AutorLic. Alejandro Martínez Bazavilvazo
Páginas104-111

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Introducción

Como resultado de los diversos problemas económicos y financieros que se presentaron en 2016 y que se han acentuado a principios de 2017, derivado de múltiples factores internos y externos, la mayoría de las instituciones públicas y privadas que se dedican al análisis y calificación de las variables económicas y financieras han coincidido en que nuestro país enfrentará este año una caída en el crecimiento económico acompañada de una mayor inflación. Entre los factores que más contribuyen a los problemas económicos, destaca el desequilibrio de las finanzas públicas, la devaluación de la moneda nacional, la incertidumbre por las decisiones en materia económica y fiscal que tomará el nuevo gobierno de Estados Unidos y el cambio de ciclo en las tasas de interés (mayor costo del dinero).

Ante ese entorno poco favorable, es predecible una disminución importante en el consumo de bienes y servicios que en forma paralela conducirá a un decremento en el ingreso de las empresas y las personas, lo que agravará asimismo las expectativas de generación de empleo. Por ello, nos resulta pertinente comentar y anticipar algunos de los efectos fiscales y laborales que en mayor o menor medida podrían ocurrir este año como consecuencia de los problemas e incertidumbre económica, a fin de que estemos preparados ante ese entorno y, en su caso, aprovechar ciertas disposiciones fiscales y laborales que se relacionan estrechamente con problemas o cambios en la situación económica y financiera de los contribuyentes o los patrones.

Así las cosas, precisamos enseguida algunos de los principales efectos fiscales y laborales que cabe esperar durante 2017, y posiblemente en 2018; debemos advertir que muchos de los supuestos dependerán de la gravedad y duración de los factores antes señalados.

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Principales efectos fiscales en las finanzas públicas y en la política fiscal

Caída en la recaudación de impuestos y aumento del endeudamiento público

La LIF para 2017 estimó una recaudación de impuestos federales por un monto total de 4,888,892.5 millones de pesos. Respecto de los principales impuestos federales, se estimó lo siguiente:

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Si bien es cierto que en los criterios de política econó-mica para 2017 el gobierno federal estimó una tasa de crecimiento (PIB) de 2 a 3% y un aumento en la recaudación tributaria para el mismo ejercicio fiscal, en nuestra opinión, esas metas de crecimiento y recaudación no se podrán cumplir, por tres principales razones:

1. En años anteriores las estimaciones de crecimiento contenidas en los criterios de política económica han fallado, de modo que las mismas se han tenido que reducir constantemente. El ejercicio fiscal de 2017 no será la excepción y la incertidumbre económica derivada de factores externos e internos (principalmente) hacen poco creíble alcanzar tales metas de crecimiento. En el mejor de los casos (según encuestas económicas del sector privado) se mantendrá un bajo crecimiento que no excederá de 1.5 a 0.5%, lo que en términos generales también da lugar a una disminución en la recaudación de los impuestos federales, en virtud de que las empresas y las personas percibirán menores ingresos y se contraerá el consumo de bienes y servicios durante 2017.

2. El cambio del ciclo económico (principalmente en Estados Unidos), los graves problemas de finanzas públicas y el aumento en la inflación para 2017, derivará en un aumento en el costo del dinero (incremento de tasas), lo que frenará el consumo estimulado a través del crédito y producirá un mayor endeudamiento del sector público y privado (por aumento en tasas).

3. Para el ejercicio fiscal de 2017 no se espera un incremento importante en el precio del petróleo; por tanto, los ingresos que percibía el Estado a través del petróleo (por precio y por producción) seguirán disminuyendo. Si bien es cierto que el aumento en los precios de la gasolina, gas y energía eléctrica pueden mitigar esos efectos, el Estado seguirá mostrando una gran debilidad en sus finanzas públicas; por consiguiente, la inversión pública no tendrá impacto alguno en el crecimiento económico.

Así las cosas, sin exagerar la nota pesimista, en 2017 será inminente una caída en el crecimiento económico, con un entorno de mayor inflación e incremento en las tasas de interés y un Estado imposibilitado (por problemas en sus finanzas) para estimular el crecimiento económico, lo que también generará una caída en la recaudación de impuestos que se verá ligeramente atenuada a través de la eliminación de subsidios y aumento en los precios de los energéticos. Todo ello tendrá efectos fiscales y laborales, a los cuales haremos referencia a continuación.

Posibilidad de que en 2017 se expidan diversos programas de apoyo a los contribuyentes

Quienes vivieron la crisis económica de 1995 podrán recordar que durante varios meses, las autoridades tributarias pusieron en marcha diversos programas de apoyos fiscales (Profasis), en los que se otorgaban facilidades para el pago de los impuestos a favor de la mayoría de los contribuyentes. Si bien es cierto que los actuales problemas financieros y económicos no son similares a los sufridos durante los últimos años del siglo pasado o durante la crisis de 2008, no podemos negar que una marcada disminución en el crecimiento económico, en la disponibilidad de créditos y en la generación de empleos, es razón suficiente para justificar en los próximos meses la procuración de programas de apoyo que faciliten el cumplimiento de las obligaciones fiscales y mitiguen los efectos adversos que deberán soportar los contribuyentes. De hecho, el 18 de enero de 2017 se publicaron en el DOF los dos primeros programas de apoyo o beneficio fiscal que mencionamos enseguida:

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Sin embargo, bajo el actual panorama económico, esos beneficios son ciertamente insuficientes para impedir la afectación económica, la caída de los ingresos y la generación de empleos formales. En años anteriores, cuando el Estado contaba con mayores ingresos (por el petróleo) y se endeudaba con gran facilidad, había la posibilidad de generar programas sustantivos de apoyo fiscal, que implican una reducción real en la carga impositiva (menores tasas de impuesto o mayores deducciones); sin embargo, actualmente las finanzas públicas están presionadas y el Estado está reacio a generar una mejora en sus finanzas a través del gasto público. Por ello, desafortunadamente, creemos que el gobierno sólo se limitará a expedir programas que incluyan facilidades formales (algunas facilidades en materia de...

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