PRI, nueva (de)generación

AutorHéctor Tajonar

¡Están todos arrestados!, exclamo en silencio al imaginar los barrotes de la escalera del fondo cubriendo a todos los orondos personajes que se sienten y actúan como dueños del país, no como sus servidores. ¿Cuántos años de cárcel sumarían los ufanos sujetos ahí retratados si realmente se les aplicara la ley? Tal vez no sean todos los que están y ciertamente no están todos los que son, pero el retrato de la cofradía tricolor exalta la nostalgia de justicia.

¡La familia del Partido Revolucionario Institucional sigue en pie! Fiel a sus convicciones de garantizar la impunidad de los camaradas y socios hasta la ignominia (o hasta que sean arrestados en el extranjero). Complicidad obliga. "Aunque si me agarran, protege a mi familia y yo no digo lo que sé de ti", parece susurrar el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, quien aun después de haber sido detenido en Guatemala no ha perdido su sardónica sonrisa. Algo sabrá. Parece seguro del valor de su silencio. Además, su cinismo lo fortalece.

Desmemoriado, el presidente dice no recordar haber nombrado a su generoso (ex)amigo "Javi" como ejemplo de "la nueva generación del PRI", junto con "Beto" Borge, exgobernador de Quintana Roo, quien antes de abandonar el poder armó su "paquete de impunidad transexenal" y, aunque se desconoce su paradero, aun cuenta con 44 escoltas y 12 vehículos oficiales, así como una impunidad más valiosa que todo lo que se robó; y a César Duarte, exgobernador de Chihuahua, también prófugo de la justicia por su corrupción y desfachatez insuperable.

En primera fila, de izquierda a derecha aparecen también: Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México, hoy diligente operador de campaña del candidato priis-ta a sucederlo, cueste lo que cueste. En seguida, sumido en su impasible disimulo, Rodrigo Medina, entonces gobernador de Nuevo León, quien estuvo preso sólo 18 horas, aunque sigue enfrentando un juicio acusado de peculado y daño al patrimonio estatal; Andrés Granier, otrora gobernador de Tabasco, hoy preso, también acusado de corrupción; Juan Sabines Guerrero, hoy exgobernador de Chiapas, otro de los beneficiarios de la impunidad otorgada por el gobierno de Peña Nieto, premiado con el consulado en Orlando, Florida, a pesar de que la Auditoría Superior de la Federación presentó desde noviembre de 2013 ante un juzgado de distrito un reporte de presuntas irregularidades financieras detectadas durante la gestión de Sabines por 40 mil millones de pesos. A su izquierda, la ya...

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