¿Pretende viajar? No sufra al volver

AutorPaloma Villanueva y Jorge Alberto García

Tener que regresar al trabajo después de pasar unos días en la playa o simplemente descansando en casa es sumamente difícil para algunas personas, al grado de afectar su salud física y emocional.

De acuerdo con Víctor Quintana López, psicólogo y estudiante del Doctorado en Ciencias del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), el síndrome posvacacional hace referencia a la ansiedad que pueden experimentar las personas al reincorporarse a su actividad laboral después de un periodo de asueto.

Diferentes estudios reportan que aproximadamente el 40 por ciento de los profesionistas en México desarrolla este síndrome y, a diferencia de los países europeos, donde se presenta en personas de 45 a 55 años, en los mexicanos se observa a partir de los 30 años.

"La diferencia puede deberse a que en nuestro País frecuentemente vemos el empleo como un sacrificio y no como una oportunidad para desarrollarnos profesionalmente y que nos permite también cubrir nuestras necesidades básicas", señaló el especialista.

El síndrome posvacacional se presenta con síntomas como cansancio excesivo, trastornos del sueño, apatía, tristeza, malestar en general y falta de concentración.

El psiquiatra Omar Kawas mencionó que aunque no existe un diagnóstico como tal aceptado en las clasificaciones de enfermedades mentales, éste es un fenómeno que existe.

"Desde el punto de vista de la psiquiatría, una depresión posvacacional se considera como un trastorno de adaptación a una circunstancia de la vida, ese sería el término científico", apuntó.

Se han descrito un par de factores de riesgo para que esto ocurra: que las vacaciones hayan sido largas, con hábitos de sueño u horarios de comida alterados, y que al regreso la persona se integre de inmediato a su trabajo.

"Regresar tan de repente, sin 2 ó 3 días para ajustarse de nuevo, las demandas y responsabilidades de la rutina resultan un contraste de unas placenteras y relajadas vacaciones, y eso llega a afectar", expresó.

Hasta cierto punto, agregó Kawas, es normal tener conflictos para reinsertarse a la vida diaria, pero si luego de 10 días posteriores a las vacaciones estos persisten, se considera un trastorno adaptativo y es conveniente pedir ayuda.

Para evitar el síndrome posvacacional, sugirió planear las vacaciones de manera que le queden a la persona esos dos o tres días de adaptación a la rutina, horarios y comidas.

También hacer las cosas de manera que al regresar del periodo vacacional la carga de...

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