El presidente tiene razón

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Si el mensaje del presidente de la República fue oportuno o no, da lo mismo: tuvo razón al criticar a los empresarios que no pagan sus impuestos y al señalar lo urgente que resulta desmantelar los monopolios en México.

"No hacemos nada ilegal", se defendió el Consejo Coordinador Empresarial. Pero aunque esto último pueda ser cierto, también lo es que algunos contribuyen muy poco —o no contribuyen en lo absoluto— a la equidad que debe caracterizar a todo Estado Democrático de Derecho. Mientras el asalariado común aporta 28% de sus ingresos al fisco —30% a partir del año que entra—, los grandes grupos empresariales lo hacen con menos del 2 por ciento.

Esto se debe, en buena medida, al marco constitucional y legal que nos agobia, así como a los pasadizos jurídicos que se han diseñado para evitar que los más ricos puedan dejar de serlo. "Esto no es evasión", explican los expertos, "sino elusión". Pero, sea lo que fuere, mientras este marco no se modifique será difícil que México pueda aspirar a elevar sus niveles de salud, educación y desarrollo social.

Pensemos en la figura de la consolidación fiscal. En opinión de Miguel Ángel Granados Chapa, los grupos que se benefician con esta figura han evitado el pago de cuantiosas cantidades de impuestos, difiriéndolo una y otra vez. Y es que, como lo escribió en Reforma, "consolidar quiere decir evadir". Mientras se aumentan las cargas fiscales a los contribuyentes cautivos, lo cual —en palabras de Manuel Espino— sólo atiza la "jodidez" de los mexicanos, a los grupos empresariales más poderosos no se les toca ni con el pétalo de una rosa.

Pero la consolidación fiscal es sólo un ejemplo. También están el amparo fiscal y los regímenes de exención, figuras que, de acuerdo con la OCDE, serían inimaginables en un país desarrollado. Todo esto comienza a generar malestar. Malestar e indignación. El propio PAN se ha fracturado. ¿Por qué son unos los que pagan siempre y otros no lo hacen nunca? Las explicaciones que se dan al asunto parecen, cada día, menos convincentes. En el ínterin, el deterioro económico de México y el resentimiento social van a la alza. La CEPAL, por lo pronto, ya anunció que la pobreza crecerá 4 puntos en 2010.

Si esto no fuera suficiente, no se avista una estrategia convincente para estimular la competitividad. Si hubiera que empezar por resolver los problemas del país, habría que comenzar por desarticular a los monopolios. Públicos y...

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