Presentación
Autor | Comité Editorial |
Páginas | 5-7 |
Presentación
En épocas antiguas los desastres eran vistos como un
castigo divino y se explicaban a partir de las creencias
religiosas; su prevención radicaba en el buen comportamiento humano y sus
consecuencias se atendían por medio de la caridad y la voluntad compasiva
de los grupos que ejercían el poder.
Después de las dos guerras mundiales y con el avance del desarrollo
científico y tecnológico, el tema de los desastres y riesgos pasó al dominio de
las sociedades tecnócratas y se abrió paso a las organizaciones de gobiernos
para conformar un ámbito ambiguo entre las amenazas de la guerra y las fuerzas
de la naturaleza. De ahí surge y se fortalece la idea del “desastre natural”,
cuya dominancia interpretativa se concentró en las ciencias naturales y en la
intervención de las ingenierías antirriesgos.
Actualmente vivimos un periodo que transita hacia la comprensión del
riesgo y el desastre como fenómenos de carácter social y que esclarece el
papel no determinante de las amenazas naturales y antropogénicas. Así,
frente a los desastres y su deseable reducción, reconocemos la posibilidad de
identificación de roles, responsabilidades y respuestas de actores sociales y
gubernamentales, así como el papel de las instituciones sociales y políticas.
Este número reúne diversos artículos de actualidad que reflejan la
complejidad de los problemas asociados con riesgos y desastres. La diversidad
de miradas y análisis muestra que ya no es posible pensar de manera
desintegrada ni unívoca. Los retos que exponen los autores dejan espacios y
plantean interrogantes para nuevas reflexiones y propuestas concretas desde
distintos lugares y disciplinas.
La transición de esas etapas de comprensión y de reacción social de los
desastres se refleja en las necesidades emergentes de organización y de forma-
ción de personal adecuado. El artículo “La educación continuada en el proceso
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