Porras y gritos en Solidaridad

AutorJorge Ricardo

SOLIDARIDAD.- La pasión por Andrés Manuel López Obrador hace más ruido que una final de futbol. Sobre toda en la cancha de la Unidad Deportiva "Poliforum Playa del Carmen", junto al templete resuenan los gritos de sus fieles y beneficiados de programas sociales.

Y aquí atrás medio centenar de matracas y dos batucadas, una del PT, otra de "La Hormiga", empresa constructora, tampoco dejan de sonar. Los que no entraron a la carpa, gritan detrás de las vallas: "oiga Presidente, aquí le traigo mi petición, mi denuncia, nomás lo quiero abrazar". "A Cristo Rey no ha llegado la 4T", "Alto a los altos cobros de la CFE", "Necesitamos escrituración", ondean las cartulinas.

El "Huapango" de Moncayo, la música con que López Obrador atraviesa la gente hecha mar, parece la única armonía. Lo demás es caos, gritos, confusión. "Traigo peticiones y no me dejaron pasar", dice y llora la archivista Cecilia Rangel, de 45 años. Sus piernas, dos hilos por la poliomielitis. Sus brazos colgados de sus muletas. "Tengo entendido que otras personas se les han dado su apoyo por discapacidad, entonces yo no sé por qué si desde 2018 me apunté".

Tragando saliva, rencor y rabia: "Es que es como un árbol, el tronco es López Obrador, pero las ramas son las que se extienden y lamentablemente esas son las que están haciendo totalmente corrupción". Sus sobres color manila, ya húmedos por el sudor.

Detrás de ella, el fervor, las matracas. La protesta porque a 16 meses de iniciada la administración de Laura Beristain, de Morena, en Solidaridad, van 233 ejecutados. Y la violencia no cede en todo el estado.

La noche del sábado, en la Quinta de Playa del Carmen, a media hora de aquí, hubo una pelea en plena calle. Diez jóvenes, presuntos halcones del narco. Patadas en la cara, en las costillas, puñetazos. Los turistas borrachos, gringos y europeos, la mayoría borrachos, entre la semioscuridad con adornos de un nacionalismo extremo, seguían pasando junto a ellos.

"Nos trajo el Gobernador Carlos Joaquín, tres camiones, nosotros somos del PRD", dice Reyes José, 65 años, aunque parecen más. Su cara seca, su barba rala y gris, su matraca en la mano. Apoya a Carlos Joaquín, pero lo culpa de la droga. Allá en Cancún, dice, cargadas con droga, aterrizan las avionetas.

"Lo de la violencia yo creo que es culpa de Carlos Joaquín, porque él es el Gobernador. El Presidente pues está en el DF, no le alcanza a vigilar. Imagínate a Dios que tenga que vigilar a todo el mundo. Y pregúntate: ¿Le...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR