En la política social: Muchos planes, pocos avances
Recurre Sedesol todavía a los programas de Zedillo
Por Cecilia González
La continuación de los programas sociales de la era zedillista serán los únicos hechos concretos que en materia de desarrollo social podrá informar el Presidente Vicente Fox al Congreso el 1 de septiembre.
Ante los Diputados, Fox enumerará las becas que se entregan a través del Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa); los litros de leche que se distribuyen diariamente a través de Liconsa; o la operación de las tiendas rurales Diconsa que a lo largo del país ofrecen productos a bajo costo.
Sólo que estos programas -algunos de los más importantes que dependen de la Secretaría de Desarrollo Social y que atienden a la población de menores recursos- existían ya desde el sexenio anterior y los proyectos novedosos de esta administración están en vías de operación o incluso de planeación.
Por ello, para que Fox pueda presumir avances de una política social propia tendrá que esperar al próximo año.
Para entonces, se habrá concretado el proceso de transformación administrativa que se lleva a cabo en la Sedesol, y se podrán evaluar los programas que se han presentado este año, más los nuevos que se buscará operar a partir del 2002, si los recursos son aprobados por el Congreso.
Los nuevos programas
Evaluado como la gran apuesta del Gobierno foxista en materia de combate a la pobreza, en febrero se presentó "Contigo, Manos a la Obra". Fue anunciado como un programa multisectorial cuyo principal objetivo es el de abatir los rezagos sociales de las 250 microrregiones más pobres del país.
Se informó, también, que atendería a una población de 5.5 millones de personas, la mayoría de ellas indígenas. Pero las autoridades no aclararon que este año el programa sólo operaría en 17 microrregiones y que sus objetivos se seguirían planteando a futuro.
Lo mismo ocurre con "Piso Firme" -otro programa impulsado en esta administración y que también forma parte de "Contigo..."-, que se presentó como la apuesta gubernamental para reducir en un 60 por ciento los 2.9 millones de casas con pisos de tierra que existen actualmente. La meta es sexenal, con lo cual el compromiso se podrá medir hasta el 2006.
En todo caso, el próximo año Fox ya estará en condiciones de informar si se concluyó la unificación de los padrones de los programas sociales, y si se solucionó la dispersión de las más de 200 delegaciones que la Sedesol coordina a nivel estatal, compromisos que se establecieron desde el inicio de este Gobierno.
Despartidización y reestructura
Calificada desde su arribo a la Sedesol como "cuota" del PAN en el gabinete, pese a que no milita en ese partido y tampoco ha pedido su adscripción, la titular de Sedesol, Josefina Vázquez Mota, ha basado su discurso en dos ejes: la necesidad de combatir el uso electoral o partidista de los programas sociales y de empatar la política económica con la social.
Para pugnar por esto último, Vázquez Mota promovió que la Sedesol estuviera presente en las reuniones del gabinete económico. Y con respecto a la despartidización, puso en marcha un teléfono gratuito para que los beneficiarios de los programas pudieran denunciar a quienes pretendan lucrar electoralmente con el reparto de apoyos.
Además, creó una oficina interna por la transparencia y el combate a la corrupción, e inició una campaña, principalmente a través de la radio, en la que se avisa que los programas sociales no se pueden adjudicar a ningún partido político porque se subsidian con los impuestos de toda la población.
Pero en contraste con estas medidas, la Secretaria privilegió el nombramiento de militantes panistas en 13 de las 20 delegaciones estatales en los que la dependencia ha sustituido funcionarios de la pasada administración.
En estos nueve meses, la Sedesol ha enfrentado un proceso de "reingeniería interna": a los 10 organismos coordinados que ya manejaba -Corett, Conaza, Fonaes, Fonhart, Fonhapo, INI, Diconsa, Liconsa, Indesol y Progresa-, se le sumaron el DIF y el Instituto Nacional de la Senectud.
Además, se creó una Dirección de Planeación y Prospectiva, en tanto que la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda dejará de existir para convertirse en la Comisión Nacional de Vivienda, a cargo de Alberto Mulás.
Este proceso de reestructuración ha originado una serie de cambios de funcionarios de primer nivel en la Secretaría, que comenzó cuando José de Jesús Castellanos dejó la Dirección General de Comunicación Social -apenas un mes después de haber sido nombrado- y tuvo que ser sustituido por Rodolfo Guzmán.
En mayo, después de haber sido desconocido por los Consejos Rurales de Abasto, Cuauhtémoc Sánchez dejó la dirección de Diconsa y su lugar fue ocupado por Juan Fernando Perdomo, quien fungía como asesor de Relaciones Institucionales de la Sedesol.
Hace apenas dos semanas, Rogelio Gómez Hermosillo fue sustituido por Cecilia Loría al frente del Instituto de Desarrollo Social y se trasladó a la Coordinación Nacional de Progresa, cargo que dejó Vicente Arredondo para ocupar la nueva Dirección de Planeación y Prospectiva.
En su trabajo externo, la Sedesol ha protagonizado una serie de polémicas. Pese a que éste fue el primer año que se dio a conocer a detalle la asignación de recursos que desde Indesol se otorgan a las ONG, la dependencia fue acusada de beneficiar a organizaciones de derecha.
Por otra parte, tanto Gobernadores como Legisladores denunciaron que el gasto para el 2001 de 9 programas sociales no se había aplicado, pese a que ya se estaba iniciando el segundo semestre del año fiscal. La Sedesol reconoció subejercicios, pero explicó que en la mayoría de los programas se tenía previsto ejercer su presupuesto durante la segunda mitad del año.
Actualizar el sexenio
Este es un adelanto del informe de labores de la Secretaría de Desarrollo Social, a nueve meses de la gestión de Josefina Vázque Mota:
De 115 mil familias que se...
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