El poder del clan Bolsonaro

AutorHeriberto Araújo

RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- Este país vivió su mayor renovación política en las elecciones generales del pasado octubre: menos de la mitad de los 513 diputados lograron reelegirse, un dato no registrado desde los comicios de 1986, los primeros tras el fin de la dictadura militar (1964-1985).

Poderosas oligarquías que dominaron la política brasileña durante décadas en municipios, estados y en la propia capital, Brasilia, cayeron como consecuencia del auge de la figura imparable de Jair Bolsonaro, un diputado de posiciones incendiarias que por medio de las redes sociales logró proyectarse como la encarnación de la renovación política para un país hastiado de la corrupción, la violencia y el estancamiento económico.

Incluso Dilma Rousseff, destituida mediante juicio político en 2016, fracasó en su intento de lograr una plaza en el Senado, pese a contar con la poderosa maquinaria propagandística del Partido de los Trabajadores, que estuvo 13 años en el poder.

El éxito de Jair Bolsonaro en 2018 también tuvo efecto entre sus hijos. Eduardo, parlamentario en la anterior legislatura, se convirtió, a sus 34 años, en el diputado federal más votado de la historia de Brasil, con 1.87 millones de sufragios.

Su hermano Flavio, de 37 años, el mayor de los tres hijos de Bolsonaro, logró quitarse la espina de la derrota en los comicios municipales de 2016, cuando obtuvo 14% de los votos pero no logró ser elegido alcalde de Río de Janeiro. En octubre pasado, recibió 4.37 millones de sufragios en el estado más emblemático del país y así se erigió en uno de los senadores más populares del gigante sudamericano.

Carlos Bolsonaro, el mediano y más experimentado en el mundo político de los tres hijos del presidente, con 18 años de carrera como edil en Río de Janeiro, se focalizó en la campaña de su padre montando una exitosa estructura de comunicación en redes sociales que fue crucial para ganar la presidencia.

Así nacía una nueva oligarquía en Brasil. Una que, aunque menos rica que la de los Trump, aspira a emular a sus pares estadunidenses para refundar el país por medio de una fórmula que mezcla radicalismo ultraconservador y neoliberalismo. Los cimientos de su poder yacen, justamente, en la familia, y no en la estructura político-partidaria tradicional.

"Bolsonaro no habría llegado donde llegó si no hubiera construido su linaje político con hijos, exmujeres y otros parientes", dice a Proceso el sociólogo brasileño Ricardo Costa de Oliveira, profesor de la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR