Pierden rudos por mañosos
METRO / Redacción
La Arena Coliseo volvió a albergar a un enorme Gigante Silva que salió acompañado por los Villanos III y IV que descargaron su técnica y provocaron que los rudos Apolo Dantés, Chucho, Carmelo y Universo 2000 se desesperaran y cometieran un sucio faul al luchador rosa Villano IV que ganó la lucha pactada a una caída.
El espectáculo se lo llevó la torre amazónica que hizo reir a los miles de asistentes con sus ocurrencias al corretear por la cuatro esquinas a los de Lagos de Moreno, Jalisco, y Apolo.
Cuando inició la batalla Cien Caras, Máscara y Universo 2000 juntos trataron de sorprender a los Villanos, pero Silva saltó en defensa de sus compañeros, algo que trató de evitar el réferi Tigre Hispano. El público se molestó y pidió que sacaran al réferi, los rudos ofendidos salieron del ring junto con el Tigre para retirarse de la lucha.
Ante el grito de los asistentes de ¡Miedo, miedo! optaron por regresar aprovechando que los Villanos y su enorme compañero coreaban con la gente, los atacaron con la táctica del montón por la espalda.
Cuando Silva se metió lo primero que hizo fue corretear a los rudos que como salieron despavoridos por todos lados, el de Brasil fue en busca del Tigre hasta abajo del encordado, lo tomó por los brazos, lo jaló sin importarle que fuera la autoridad y ante las carcajadas del otro juez, Terror Chino y de los aficionados, lo despojó de la playera.
Por fortuna el Tigre Hispano traía otra playera abajo porque por el tiempo el réferi ya no tiene un cuerpo escultural, además de que el frío pudo afectarle, por eso Carmelo Reyes trató de cobijarlo.
Mientras, arriba en el cuadro Silva se enfrentó a Apolo Dantés y este último desató con sus gestos las risas cuando trató de golpear por todas partes del cuerpo a su oponente, Silva se molestó y un muñeco pudo poner más resistencia de la que puso Apolo.
Jesús Reyes y Universo 2000 también trataron de dominar al sudamericano pero sus esfuerzos resultaron contraproducentes ya que se cansaron, lo que aprovechó el grandote para darles su merecido con un par de planchas.
La lucha no tuvo más que ofrecer ante tanta ventaja de los técnicos, por eso los Capos de Jalisco y Apolo Dantés se la pasaron huyendo de las manos y pies kilométricos de su rival extranjero al que nunca pudieron doblegar.
Chucho Reyes tomó el relevo, lo mismo hizo Villano IV y se enredaron en una lucha encarnizada utilizando las...
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