La pesadilla de informar bajo amenaza

AutorIrene Savio

ROMA.- "Los matan y ya... se escapan. Van una decena, unos cinco, seis de (la ciudad siciliana de) Catania, en automóviles robados (...) uno aquí, otro allá... en la noche, apenas los encuentran, salen... lo atacamos. ¡Y bum! ¡Todos (caerán) al suelo! (...) Como en los años noventa, cuando ni se podía caminar en la calle... ¡De vez en cuando un murti-ceddu (muerto, en dialecto de Sicilia) sirve, es necesario, para que se calmen todos estos muchachitos, estos que están enfermos con la mafia! Un murticeddu..."

El anterior es un extracto de una conversación telefónica entre el empresario Giuseppe Vizzini y sus hijos, grabada por la policía italiana y recogida, en enero de este año, en el sumario de la investigación que reveló que el hombre, vinculado con la Cosa Nostra siciliana, planeaba matar con un coche-bomba al periodista italiano Paolo Borrometi y a sus cinco escoltas, por algunos artículos incómodos escritos por el reportero.

"Llevo años viviendo en este infierno. Me han puesto cinco condenas a muerte cinco clanes mafiosos distintos", dice Bo-rrometi a Proceso. "Incluso me agredieron físicamente", afirma este periodista que en 2015 tuvo que irse de su natal Sicilia luego de que incendiaran la puerta de su casa y lo agredieran físicamente, fracturándole la espalda, lesión de la que todavía no se repone.

Italia es uno de los países europeos más riesgosos para ejercer el periodismo. Desde 2006 hasta marzo de este año, 3 mil 603 personas fueron inscritas en el registro de periodistas amenazados que elabora la organización Articolo 21, apoyada por la Federación Nacional de Prensa Italiana (FNSI) y el Colegio de Periodistas Italianos.

Todo por haber investigado sobre redes mafiosas o bandas criminales, aunque según los observadores, un fenómeno también en aumento es el de los reporteros que caen en la mira de la delincuencia por sus investigaciones sobre la constelación de grupos soberanistas, nacionalistas y xenófobos que han aparecido en el país.

"En mi caso, fue por una serie de investigaciones sobre el multimillonario tráfico de productos agrícolas, que en la actualidad es el segundo negocio ilegal de las mafias en Italia", explica Borrometi, presidente de Articolo 21.

El Estado ha respondido. En la actualidad, 19 periodistas italianos están bajo protección permanente de la policía y otros 150 son seguidos de cerca por las autoridades, según las cifras de estas organizaciones. Además, ninguno ha muerto desde 1993, cuando fue asesinado...

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