El periodismo y el caos

AutorJavier Sicilia

El caso de México es en este sentido muy claro. Nuestro periodismo, con sus excepciones, no sólo ha vivido de la corrupción, sino también del sensacionalismo, cuya fuente es la superficialidad, una forma degradada de la palabra. Esta realidad, en medio de la violencia y la multiplicidad de sus acontecimientos, se ha potenciado con la exigencia tecnológica de decir algo nuevo en tiempo real. Si todos los medios han manoseado las notas, según la jerga periodística, ¿cómo decir, en esas condiciones, algo nuevo que produzca sensación y, en consecuencia, lectores y dinero? La fórmula más simplista, más inmediata y acorde con esa violencia contra la realidad y la palabra es continuar manoseando la nota hasta casi inventar la realidad, hasta hacer que la virtualidad, una forma de la mentira, se imponga a nuestra percepción.

Contra el periodismo de investigación, que en un proceso lento, acorde con la velocidad que nos exige nuestra condición carnal, sabe, entre la multiplicidad de las noticias, elegir una, ir a las fuentes, confirmarlas y continuar la investigación, el periodismo semejante a la violencia que cunde por todas partes, así como a la imposición tecnológica de lo virtual sobre lo real, va invadiendo día con día los medios, al grado de desvirtuar la verdad y generar todo tipo de respuestas y conjeturas que no contribuyen a revelar nada.

Recientemente fui víctima de él. A raíz de una reunión privada con el doctor Mi-reles y un grupo de luchadores sociales el martes 6 de mayo, se desataron un montón de rumores; algunos de los presentes hicieron uso del encuentro a través de un video, #Todos somos autodefensas; y el 13 de mayo fui entrevistado por Pedro Tonan-tzin, del periódico Excélsior. Todo terminó en una nota donde lo que se destacó no fue lo que dije, sino lo que los rumores, el video y la necesidad del sensacionalismo crearon en la mente del entrevistador. El resultado: una deformación de la realidad que, en su distorsión, puso énfasis en lo que nunca dije y es verdad a medias: "Sicilia proclama la creación del Frente Nacional de Autodefensas". Y continúa la nota: "...aseguró que realizará una caravana por el país para convocar a los ciudadanos a participar en acciones de seguridad, pero de manera pacífica". Lo grave del asunto no es la nota -la ambición tiene sus faltas-. Lo grave es la manera en que los medios, incluyendo algunos muy prestigiados, la reprodujeron sin confirmar, sin preguntar, dándola por un hecho, y desencadenó...

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