La muerte de los pequeñitos: entre el dogma y las creencias populares. Francia, de finales de la Antigüedad a la Época Moderna

AutorIsabelle Séguy
Páginas29-39
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D.R. © 2010. Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos. México, D.F. ISSN: 0185-6286.
TRACE 58 (Diciembre 2010): págs. 29-39 www.cemca.org.mx
La muerte de los pequeñitos:
entre el dogma y las creencias populares
Francia, de finales de la Antigüedad a la Época
Moderna*
Isabelle
Séguy
[Mortalidad perinatal, prácticas funerarias, religión, tradiciones populares, bautismo]
En la Europa occidental medieval y moderna, como en todas las sociedades preindustriales,
la vida y la muerte se relacionaban íntimamente y pocas eran las familias que no tenían que
hacer frente a la muerte prematura de un pequeñito. Aun cuando no tenía nada que ver con el
orden de las cosas que un niño muriera antes que sus padres, cerca de la mitad de los jóvenes
no alcanzaban sus veinte años y un niño de cada cuatro fallecía antes de cumplir el año.
En una sociedad marcada también por una fecundidad elevada, la muerte de los niños era
una cosa común y psicológicamente aceptada con la ayuda de la religión. En ciertos casos, las
creencias no permitían a los padres llevar a cabo el duelo de su hijo muerto prematuramente,
en particular, de los niños muertos sin bautizar, que, excluidos de la comunidad cristiana,
también eran excluidos del cementerio parroquial y, peor aún, del paraíso.
Nuestro interés en este artículo se centra precisamente en esos pequeños muertos y en las
preocupaciones que su sepultura ocasionaba a los desdichados padres.
Resumen: A menudo, el nacimiento acompaña
a la muerte, perturbando el ciclo de las genera-
ciones y el orden social. La fragilidad biológica de
los recién nacidos encuentra un eco en los ritos
de presentación que durante mucho tiempo co-
incidieron con el final de ese período “de riesgo”.
Los niños que fallecían en ese período intermedio
tenían derecho a recibir tratamientos funerarios
particulares, heredados de una representación
arcaica de la muerte. En la Europa medieval
y moderna, el destino de las almas infantiles
siempre fue una preocupación para los padres
y para toda la sociedad. A lo largo de los siglos,
se redujo el plazo entre el nacimiento y el bau-
tismo, hasta el punto de coincidir con el día del
nacimiento, con el fin de asegurar la salvación
espiritual de todos los recién nacidos. Para los
que fallecían antes del bautismo, se pusieron en
práctica algunas soluciones originales para evitar
que sus almas vagasen eternamente en el Limbo
y para darles una sepultura decente.
Abstract: Often, birth alternates with death,
disrupting the cycle of generations and social
order. Family and social behavior to welcome
the newborns spread out their biological
frailty. For a long time, rites surrounding the
social introduction of the newborn took place
at the end of this “risk” period. Infants who
died during this marginal period received
particular funeral rites, heritage of an archaic
representation of death. In Medieval and Mod-
ern Europe, parents and whole society were
concerned with the future of children’s souls.
By taking place as close at birth as possible,
the Christian baptism allowed protecting
child’s salvation, which was considered more
important than his own survival. For those
who died before this sacrament, original
solutions were put in place to keep their souls
from eternally wandering in limbo and to give
them a decent burial.
Résumé : Souvent la naissance voisine avec
la mort, perturbant le cycle des générations et
l’ordre social. La fragilité biologique des nou-
veau-nés trouve un écho dans les rites de pré-
sentation qui ont coïncidé longtemps avec la
fin de la période “à risque”. Les enfants qui dé-
cédaient dans cette période de marge avaient
droit à des traitements funéraires particuliers,
hérités d’une représentation archaïque de la
mort. Dans l’Europe médiévale et moderne,
le devenir des âmes enfantines a toujours été
une préoccupation pour les parents et pour
la société tout entière. Au fil des siècles, le
délai entre la naissance et le baptême s’est
réduit, au point de coïncider le même jour,
afin d’assurer le salut spirituel de tous les
nouveau-nés. Pour ceux qui décédaient avant
le baptême, des solutions originales ont été
mises en œuvre pour éviter que leurs âmes
errent éternellement dans les limbes et pour
leur donner une sépulture décente.
* Traducción del francés de Danielle Davis

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