Peña Nieto, tras los pasos de Calderón

AutorJosé Gil Olmos

COALCOMÁN, MICH.- Las palabras del presidente municipal tronaron tan fuerte como los cohetes que el domingo 19 pusieron en alerta a la población cuando llegaron los militares a tratar de desarmarlos: "¡Ya era insoportable la situación! A todos nos extorsionaban. Hasta en el municipio teníamos que darles 10% del presupuesto cada mes y ya nos estaban pidiendo 15%. Eso pasa con todos los municipios del estado y lo sabe el gobernador. Lo aceptamos, pero donde ya no lo hicimos fue cuando se metieron con nuestras familias, violaban y se llevaba a nuestras esposas, a nuestras hijas. Ahí dijimos, ¡ya basta! Este es un asunto de dignidad."

Es martes 21 en la mañana. Afuera de la presidencia municipal está un grupo de militares armados. Llegaron en vehículos artillados que estacionan en las esquinas de la plaza principal como si se tratara de una zona de guerra.

"Sí, estamos como en una guerra", afirma el alcalde Rafael García Zamora, del PRD. Revela en entrevista que toda la población y sus autoridades estaban sometidas al cártel de Los Caballeros Templarios, quienes los tienen amenazados de muerte desde hace tiempo.

En los más de 200 kilómetros que separan Apatzingán de este municipio de la región de Tierra Caliente, hay huellas de una batalla soterrada. En tramos cortos de la carretera se instalaron al principio cuatro retenes militares, después aumentaron a seis. En cada uno, los soldados revisan cada auto, anotan sus placas y los nombres de los tripulantes.

Por su parte, los grupos de autodefensa ciudadana también instalaron por varios días al menos otros cuatro retenes, que empiezan desde Buenavista Tomatlán hasta Coalcomán, donde revisan a quienes ven sospechosos y detienen a los "pun-teadores" o colaboradores de Los Caballeros Templarios. Hasta hace unos días esta banda era la que instalaba los puestos de revisión.

Las huellas de los enfrentamientos entre las autodefensas ciudadanas y los sicarios son más que evidentes. Pasando Apa-tzingán, en algunas casas de Pueblo Viejo se ven orificios de balas de alto poder, producto de un combate de hace unas semanas, con varios muertos, de los que oficialmente no se informó.

Sobre la misma sinuosa carretera que comunica Tepalcatepec con Coalcomán se ven restos carbonizados de camiones de pasajeros, de carga y tráileres quemados por integrantes del cártel, que en días pasados bloquearon los caminos a estos dos municipios y a Buena Vista Tomatlán para sitiarlos.

Durante varias semanas la banda criminal impidió la entrada de camiones que, entre otras provisiones, traen gasolina, alimentos y medicinas -como las ampolletas contra las picaduras de alacrán, tan necesarias...

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