Paul Celan en su correspondencia

AutorRafael Vargas

Si viniera un hombre hoy al mundo

Con la barba de luz de los patriarcas,

Él podría, si hablase de este tiempo

Él podría sólo balbucir…

Paul Celan

Leer a Paul Celan en la época en que vivimos es imperativo. Su relación con el idioma es ejemplar y esperanzadora en una época y un país como los nuestros.

Nacido en Czernowitz de una pareja judía bukoviniana, poco después de que esa ciudad dejara de ser parte del imperio austrohúngaro (al desintegrarse éste fue incorporada a Rumania), Celan es uno de los grandes poetas de lengua alemana aunque jamás vivió en Alemania. Heredó de su madre su amor por esa lengua, de su madre; su padre prefería el hebreo. Los nazis asesinaron a ambos en 1942. Que la lengua del amor materno fuera también la lengua de los verdugos provocó en Celan una desgarradura que se constituyó en la esencia de su obra poética.

Esa obra demuestra que un idioma, aun después de ser sometido al envilecimiento –como ocurrió durante los largos años del nazismo (1933 a 1945), en los que la demagogia y el odio se enseñorearon del alemán–, puede recuperar su esplendor gracias a la poesía, cuyo objetivo no es el ornamento verbal, sino siempre la precisión y la clara visión de la realidad.

“La realidad –dijo Celan en 1958 al responder una encuesta sobre la escritura– no está dada. La realidad exige que se la busque y se la conquiste.”

Eso fue lo que hizo a lo largo de más de 30 años, en los que escribió una decena de libros que purificaron las palabras de la tribu, tarea fundamental del poeta, según el célebre dictum, de Stéphane Mallarmé.

Para Celan “la razón debe reinar, devolver su sentido a las palabras, a los seres y a los acontecimientos, lavándolos con el agua regia del entendimiento.”

Los poemas de Celan no son sencillos. Incluso lectores habituales de poesía suelen considerarlos oscuros, en especial los de sus últimos libros, en los que el lenguaje se adensa y abundan los neologismos. Pero la traducción y el estudio de su obra ha creado un enorme aparato crítico que ayuda a comprenderla cada vez mejor y a develar referencias a obras de otros autores y alusiones biográficas cifradas. Lo mismo sucede con las variadas versiones de sus poemas hechas por traductores del inglés, el francés y otros idiomas. (En México ha sido admirablemente traducido y estudiado por José María Pérez Gay, que en diciembre de 1967 escuchó a Celan leer algunos de sus poemas en un aula de la Universidad Libre de Berlín.) Cada una de ellas contribuye a echar...

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