Pásale a mi cocina / No se deja de aprender

AutorPaty Bichara

¡Hola, qué tal!, ¿como les va? Espero encontrarlos muy a gusto sin haber gastado mucho en el "Buen Fin" pasado, porque hoy es "Viernes Negro" o "Black Friday" en Estados Unidos, y sin darnos cuenta, o sin querer darnos, nos traen como locos, manipulados por ideas de mercadotecnia consumista, cayendo de nuevo en el pozo del materialismo.

Es penoso ver el descaro, la prepotencia y la falta de educación cuando crees que estás ahorrando. Lo digo porque sin haberme dado cuenta de la "oferta", fui al súper por un pollo y rábanos, y me tocó ver a una señora que traía su carrito lleno de juguetes.

Ella tomó un juguete del carrito de otra persona, la cual le dijo "es mío", y la "asaltante" le contestó: "¿Ya lo pagaste?, ¿no, verdad?, entonces es mío", y se retiró hacia la caja a pagar. No les puedo explicar la impotencia de la otra señora, sentí pena ajena.

Me dio tristeza ver a dos mujeres maduras peleándose por un juguete, ¿se imaginan lo que aprenden los niños ante esta situación?

Ayer celebramos el Día de Acción de Gracias. No somos estadounidenses, mas vivimos muy influenciados por la cultura del norte, y creo que es una ocasión bella para reunir a la familia y agradecer cada uno tantas bendiciones que hemos recibido durante el año y recordar a los que se nos han adelantado.

Desde principio de semana se comienza a trabajar para el evento, adelantando pasos, como picar, descongelar, preparar galletas, tartaletas y remojar el bacalao, claro que desde hace un mes estaba planeado el menú, pues tengo comensales que no comen pavo y hay que pensar en alternativas para que todos coman a gusto.

Así que la casa comienza a oler a Navidad desde noviembre; el proceso es cansado, pero tan satisfactorio, que se te olvida y logras disfrutar la compañía y las viandas.

¿Saben que es lo mejor de todo? Que te queda para un recalentado delicioso que muchas veces disfrutas más y aprecias diferente el sabor de cada cosa, así que hoy toca recalentar lo que ayer se cenó.

Disfrutar la preparación de los alimentos y compartirlos, para mí es un placer muy grande. La cocina me revive y me relaja. Al mismo tiempo es una escuela en donde no dejo de aprender, pues siempre hay nuevas propuestas y voluntarios para...

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