Una pareja gay sacude la política colombiana

AutorRafael Croda

BOGOTÁ.- Las congresistas Claudia López y Angélica Lozano tienen una larga lista de características que en el último año las han vuelto referentes obligados del escenario político colombiano: son opositoras, punzantes, izquierdistas en un país donde el progresismo está satanizado por amplios segmentos sociales y ambas son muy competentes en el debate legislativo.

El hecho de que tengan una relación sentimental y de que la hayan asumido en público, junto con su condición de lesbianas, no debería ser un tema político. Pero lo es.

Sus adversarios encontraron en ese aspecto de su vida privada un naneo para atacarlas. Incluso, para pedir a la justicia la pérdida de su investidura como congresistas.

Claudia es senadora. Angélica representante (diputada). Y las dos pertenecen al centroizquierdista partido Alianza Verde, que respalda al gobierno del presidente Juan Manuel Santos en el proceso de paz con la guerrilla de las FARC, pero en todo lo demás ejerce un papel opositor yde fiscalización a los poderes y funcionarios públicos.

Angélica ha estado en el ojo del huracán en los últimos días por una controversia con el poderoso ministro de la presidencia, Néstor Humberto Martínez, a quien acusó de alterar a última hora una iniciativa de ley para entregar a los presidentes de las altas cortes (la Suprema de Justicia, la Constitucional y el Consejo de Estado) el manejo presupuestal del Poder Judicial a cambio de que éstos lo elijan fiscal general de la nación.

En un duro debate en el Congreso, la representante reveló que Martínez se había reunido con el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Leónidas Bustos, para fraguar ese intercambio de favores. El llamado "superministro" lo negó, pero luego debió aceptar que esa cita sise produjo.

Lozano, abogada por la Universidad de La Sabana, manejada por el Opus Dei, está habituada a las inclemencias del debate político desde la orilla de las minorías. En esa conservadora casa de estudios tenía fama de izquierdista. Y ha sido una activa defensora de los derechos humanos y de la diversidad sexual, lo que le ha valido descalificaciones, mofas y maltratos físicos. Ella se asumió hace una década como bisexual y desde entonces ha dado la cara como tal.

"Nunca he necesitado salir del clóset porque siempre he estado afuera", dice la legisladora a Proceso.

Su novia Claudia López, por su parte, fue la senadora que más votos obtuvo en los comicios de 2014, en los cuales inauguró su participación en política. Ella es una académica y analista de temas de seguridad que cobró notoriedad nacional en 2005, cuando sus investigaciones sobre el paramilitarismo develaron una alianza entre esos grupos ilegales y dirigentes políticos de primer nivel.

Sus revelaciones llevaron a la justicia a...

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