El papable Pietro Parolin en México

AutorBernardo Barranco Villafán

En la geopolítica de la Santa Sede contar a México como un aliado es crucial en el nuevo diseño de relaciones con Estados Unidos. Joe Biden, presidente católico, no sólo guarda simpatías por el pontífice argentino, sino que convergen en materia social y en política internacional. Pero divergen en materia moral y en temas feministas, como aborto y sexualidad. Estados Unidos es el eje de la nueva relación entre México y el Vaticano.

El cardenal Parolin es un diplomático de carrera. Tiene 66 años y su experiencia es larga. Se formó en la Academia Pontificia Eclesiástica, institución de la Santa Sede encargada de formar a los diplomáticos y embajadores que trabajarán en las nunciaturas, en la Secretaría de Estado y dicasterios vinculados a cuestiones internacionales. En los últimos años su trabajo internacional se ha centrado en Asia, en particular en Vietnam y en la difícil República Popular China. Ahí ha llegado a importantes acuerdos y entendimientos.

Parolin vivió y conoce el México de finales de la década de los ochenta. Asistió de 1989 a 1992 al entonces representante del Papa Girolamo Prigione. Colaboró con intensidad para el reconocimiento jurídico de las Iglesias y el restablecimiento de las relaciones entre México y la Santa Sede. En suma, Parolin es un experto en diplomacia internacional y conoce bien nuestro país.

El cardenal Pietro Parolin es papable para muchos observadores vaticanistas. Según Sandro Magister, John Allen y Ed-ward Pentin, el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, el asiático más bergogliano, puede ser el candidato evidente del actual Papa. Sin embargo, en la lucha sorda contra los conservadores de la curia, el cardenal Pietro Parolin alcanzaría consensos. Tendría el inconveniente de una estrecha vinculación con el papa Francisco. Pero Parolin ha guardado bajo perfil, es italiano y es condescendiente con la beligerante ala conservadora. Gozaría de acuerdos o pactos entre los bandos encontrados. Hombre de aparato, diplomático, aunque nunca ha sido obispo diocesano.

También figuran los cardenales Christoph Schönborn, de Viena; y Marc Ouellet, de Canadá, prefecto de la Congregación para los Obispos. Ambos fueron considerados en la lista de papables antes del último cónclave de 2013. La edad los está alcanzando. Los dos están jubilados. Aunque no hay impedimento formal hasta los 80, Ouellet y Schönborn tienen 76 años. Por el lado conservador, tenemos al polémico cardenal Robert Sarah, candidato custodio del más puro y...

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