Del Palacio Díaz Alejandro, Nuevas lecciones de Teoría Constitucional

AutorMiguel Pérez López
CargoProfesor-investigador del Departamento de Derecho de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
Páginas271-278

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DEL PALACIO DÍAZ, Alejandro, Nuevas Lecciones de Teoría Constitucional, México, CEID, 2006, 388 pp.

Miguel Pérez López*

1. ¿Estamos ante una obra nueva o la tercera edición de las Lecciones de Teoría Constitucional del profesor Alejandro del Palacio Díaz? Considero que es una obra nueva que retoma el esquema de aquella obra que alcanzó dos ediciones,1y ostenta las siguientes características radicales, que justiican que estamos ante una nueva aportación bibliográica: a) En las Nuevas Lecciones aparecen secciones nuevas (lecciones y apéndices) cuya temática es recurrente en diversos trabajos ilosóicos, políticos y jurídicos de Alejandro del Palacio; b) La inacabable cauda de reformas y adiciones incorporadas a la Ley Suprema en los más de veinte años desde la primera versión de las Lecciones sin duda ha replanteado el andamiaje institucional mexicano,2c) Si bien algunos modelos constitucionales del derecho constitucional comparado perviven tal cual se les estudiaba en los años ochenta del siglo pasado (Inglaterra, Estados Unidos, Alemania y Francia, aunque este último caso tuvo unos retoques constitucionales), las variedades de socialismo hecho gobierno o han claudicado o enfrentan mutacio-

* Profesor-investigador del Departamento de Derecho de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad

Azcapotzalco.

1Del Palacio Díaz, Alejandro, Lecciones de Teoría Constitucional, México, Claves Latinoamericanas, 1987

(2a. ed., 1989).

2Entre la edición de 1989 y las Nuevas Lecciones (enero de 2007) podemos contabilizar 53 decretos de refor-mas y adiciones a la Constitución Federal. Mientras que de la aparición de las Nuevas Lecciones al momento de redactar estas líneas han aparecido los once decretos de reforma y adiciones de nuestra Constitución “rígida”.

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Sección Reseñas y Comentarios de Libros

nes: el modelo socialista europeo de corte soviético se colapsó en el inicio de los años noventa, para sustituir a la achacosa nomenklatura del Partido Comunista por las maias emergentes y donde la libertad ha caído en el libertinaje siempre temido por los moralistas, la versión comunista de China se desdibuja ante un modelo de capitalismo de Estado que hoy amenaza, de forma paradójica, a los mercados capitalistas occidentales, pero con un sistema de dictadura de partido único y de débiles libertades civiles; el experimento socialista de Yugoslavia del mariscal Tito fue una máscara que ocultó los nacionalismos extremistas, desbocados a la muerte del caudi-llo y generadores de una guerra cruenta –puntualmente trasmitida por la televisión y vista como algo lejano–, que terminó por desmembrar un Estado federal “de papel”, parafraseando a Lassalle, y recrear un concepto del colonialismo europeo del siglo

XIX: “balcanizar”, mientras vemos languidecer el experimento cubano, sometido por el inhumano bloqueo de Estados Unidos y por una dictadura que, si bien mantiene los avances sociales de educación, salud y alimentación, restringe libertades básicas del ser humano y con la perspectiva de repetir las secuelas traumáticas de la Europa Oriental postsocialista, y d) Tal vez lo más importante, que el sistema político-cons-titucional mexicano descrito por Del Palacio a inales de los años ochenta del siglo

XX, simplemente ya no es el mismo, se suscitaron fenómenos políticos, económicos, sociales, culturales y jurídicos que han impulsado la mutación de la estructura constitucional del Estado mexicano en estas dos últimas décadas. Aclaro que esto no signiica que el profesor Del Palacio Díaz se haya dormido en sus laureles, pues ha mantenido bastante activa y actual su obra, sólo que sus Lecciones simplemente no fueron sincronizadas al tiempo político mexicano y mundial, aunque sus plantea-mientos teóricos en buena parte mantenían vigencia.

A riesgo de que el siguiente bosquejo sea incompleto, estos son los nuevos fenómenos políticos y sociales de las últimas dos décadas, que en algunos casos constituyen las nue-vas coordenadas sociopolíticas donde es ejercido el poder político en México: la inserción de nuestro país en el proceso de la globalización; la aparición y el fortalecimiento de los monopolios, duopolios y poderes económicos nativos y multinacionales; los cuestionados y volátiles procesos electorales de 1988 y 2006; el cambio en el Poder Ejecutivo en 2000, que realmente sólo fue una sustitución de siglas partidistas, pues el esquema del poder político prácticamente siguió inalterado, con el consecuente desencanto social; las refor-mas al marco jurídico electoral en 1991, 1993, 1994 y 1997; las reformas judiciales de 1987-88, 1994 y 1999; la modiicación del encuadramiento constitucional del municipio de 1999; la irrupción del EZLN en la vida pública y de movimientos populares urbanos reclamantes de mejores condiciones de vida; la decoloración ideológica de la izquierda; la asimilación paulatina del ideario de una derecha pintada de centro, pero renuente al ideario liberal y social; la acelerada expansión de los avances tecnológicos (telecomunicaciones, alimentación, salud, energía, informática) que reclama la presencia de un poder público disminuido por la estricta ideología neoliberal; el desmantelamiento del aparato producti-

272 alegatos, núms. 68-69, México, enero/agosto de 2008

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vo (sobre todo la liquidación irracional del conjunto de empresas públicas, administradas políticamente en el período del intervencionismo estatal y, en algunos casos, reprivatización también con criterios políticos por los gerentes estatales del neoliberalismo nativo) y el aumento desbordado del sector prestador de servicios de la economía que instaura otro tipo de dependencia económica: la consumista; la permanencia de la corrupción, ahora develada cínicamente en las redes televisivas, con la impunidad respectiva, esto es, sin que pase nada; el despertar político de la capital del país y la creación de una estructura constitucional compleja e inédita; la reforma judicial de 1994 y sus enmiendas de 1996 y 1999; una presencia política y reclamante de la Iglesia católica, y el desbordamiento del crimen organizado, retador del aparato represivo del Estado o que permea las estructuras políticas, convirtiéndolo en un factor real de poder.

Este repaso de...

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