Nuevo León. La corrupción ahoga a Rodrigo Medina

AutorLuciano Campos Garza

MONTERREY, NL.- El gobernador priista de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, enfrenta acusaciones públicas de enriquecimiento ilícito y corrupción, delitos presuntamente cometidos en contubernio con su padre, Humberto Medina Ainslie. Tras haberle permitido a sus colaboradores numerosos actos de deshonestidad, el mandatario estatal parece haber caído en desgracia en el último año de su gestión.

Se descubrió recientemente que compró una casa cuyo valor supera la suma de sus ingresos como gobernador. A su pa-|| dre, sus hermanos y a Adrián de la Garza -exprocurador estatal y actual candidato a la alcaldía regiomontana- se les acusa de engañar a ejidatarios para adquirir terrenos de manera ilícita, haciendo uso de información privilegiada.

Un proyecto de acusación penal elaborado por el departamento jurídico del aspirante panista a la gubernatura, Felipe de Jesús Cantú, estima que la familia Medina ha adquirido bienes inmuebles en México y el extranjero por 500 millones de pesos, cantidad, dicen, inaccesible para ellos, si se toman en cuenta sus ingresos.

Los problemas se agravaron para el mandatario y su familia cuando el candidato a gobernador Fernando Elizondo Barragán (por Movimiento Ciudadano), declinó en favor del independiente Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, pues ambos están de acuerdo en que es necesario investigar la riqueza de los Medina. El segundo afirma que si hay pruebas, los meterá a la cárcel.

Y frente a la andanada de acusaciones Medina guarda silencio, según él por respeto a la veda electoral.

Protección a su equipo

Lejos quedó la imagen de aquel jovencito de 36 años y copete travieso que tomó posesión del cargo de gobernador de Nuevo León el 4 de octubre de 2009. Ya no se ve jovial. Pronto comenzaron a acumularse señalamientos de corrupción de sus colaboradores. Con desdén desestimaba las acusaciones con su frase favorita: "Se investigará a fondo". Lo cierto es que en la mayoría de las ocasiones ha sido omiso.

Algunos casos: en la construcción de la Torre Administrativa se invirtió más dinero del programado; hubo una denuncia periodística por la ordeña de taquillas del Metro; se detectó un faltante de más de 300 mil juegos de placas del Instituto de Control Vehicular, y el acueducto Monterrey VI tiene datos dolosamente falsos en su proyección.

Medina protegió a sus colaboradores. Adrián de la Garza Santos, quien fue procurador estatal y conoció a fondo los ilícitos cometidos en la entidad, le deberá su carrera política, pues de él recibió la candidatura del PRI para la alcaldía capitalina.

No fue el único caso. Al arrancar el proceso electoral, el gobernador desmanteló la administración estatal para colocar a sus exfuncionarios en candidaturas a diputaciones y presidencias municipales.

Pero el feliz Rodrigo Medina, quien preparaba un cierre dorado de su sexenio, se encontró de...

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