Las nuevas leyes de Ingresos y Egresos, preludios de mayor crisis financiera

AutorJuan Carlos Cruz Vargas

Lejos de impulsar el crecimiento económico, la reciente aprobación de la Ley de Ingresos de la Federación sólo alcanza para sostener el reducido crecimiento inercial del Producto Interno Bruto (PIB) y no resuelve el problema estructural de la recaudación. Lo peor: ordena contratar más deuda, lo que meterá en mayores aprietos a las finanzas públicas durante los tres años que restan del sexenio de Enrique Peña Nieto.

De hecho, ante la caída de los ingresos petroleros, el gobierno echará mano de 70% de los remanentes del Banco de México (Banxico) para pagar sus obligaciones; sacrificando el gasto en inversión -que pretende reducir a 2.1% del PIB, cuando el propuesto para el presente año fue de 2.8%- y que según los especialistas, es el factor que puede detonar el crecimiento del país.

La inversión sacrificada

El director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Héctor Juan Villarreal Páez, asegura en entrevista: "Uno de los problemas con este tipo de presupuestos es que uno de los rubros más afectados es la inversión pública. Si se empieza a bajar este tipo de inversión, esto le puede pasar la factura en términos de crecimiento al país".

El doctor en microeconomía aplicada por la Universidad de Wisconsin y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) advierte que esa reducción se puede convertir en una debilidad estructural.

"El problema es que, de acuerdo con proyecciones del CIEP, creemos que vienen muchos años de astringencia económica, por lo menos tres... Uno de los grandes retos para el gobierno es que en este periodo la inversión pública no caiga demasiado", indica.

Sin embargo, el presupuesto no apunta en esa dirección.

De acuerdo con el documento Implicaciones del Paquete Económico 2016, elaborado por el CIEP, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, que aún se discute en la Cámara de Diputados, prevé un gasto total en inversión de 404 mil 950 millones de pesos, que equivalen a 2.1% del PIB, 0.7 puntos porcentuales menos que este año.

La iniciativa se propone no contabilizar, para "efectos del equilibrio presupuestario", un máximo de 2.5% del PIB para destinarlo a gastos de inversión de Pemex, Comisión Federal de Electricidad (CFE) o a "inversiones de alto impacto". Sin embargo, el término de "inversiones de alto impacto" no está definido en la ley, por lo que su aplicación, contabilidad y fiscalización quedan en la opacidad.

Es decir, de los 404 mil 950 millones de pesos...

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