Nueva Ley de Movilidad; Viejas Formas de Movilizarse
| Autor | Mtro. Jorge A. Alfaro Villamil |
| Páginas | 72-73 |
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En la Ciudad de México, como en muchas otras urbes, la movilidad en la vía pública tiende a comportarse de manera muy semejante a los luidos, ya sean líquidos o gases, contenidos en un recipiente. Si en el recipiente hay salidas o canales, el luido se escurrirá por ellos según la fuerza de gravedad o la presión que reciba. El tráico de vehículos en las vialidades del Distrito Federal y el área conurbada también busca, como si fuera un luido, llegar de un lado a otro por el camino más corto y más rápido. La urgencia de llegar a un destino actúa como un factor de presión que hace al tránsito vehicular e incluso al peatonal aún más semejante a un luido en un cauce. A mayor urgencia, mayor presión y el luido, en este caso el tráico, tiende a desbordarse, crear embudos, remolinos, olas y hasta tormentas.
Por lo que respecta a los peatones y el servicio de transporte público, la situación no es mejor, por el contrario, puede ser más estresante que moverse en transporte privado. Antes tales situaciones de conlicto vial, uno se pregunta qué pasa ¿son el transporte público y las vialidades insuicientes? Al transportarnos bajos presión ¿somos incapaces de convivir en forma cordial y respetuosa? O acaso ¿es que no tenemos reglas de tránsito adecuadas? O que sí las hay, ¿pero no tenemos autoridades dispuestas a hacerlas valer? Mi particular hipótesis es cada uno de los cuatro factores antes mencionados tienen algún peso en el conlicto vial, sin embargo, me atrevo a pensar que los dos primeros son los más relevantes. En la Ciudad de México requerimos más y mejores vialidades, pero también aprender a convivir de una manera más respetuosa y inteligente en las vialidades, no como simples luidos que toman la forma del recipiente que los contiene. Respecto a la importancia de los reglamentos y la autoridad que los haga valer. Lo segundo es más urgente que lo primero, sin embargo en fechas recientes se ha dado un paso en la actualización de la ley. La Ley de Transporte y Vialidad del DF fue reemplazada por la Ley de Movilidad del DF (LMDF).
La LMDF va en sintonía con el Programa Integral de Movilidad 2013-2018, presentado por la aun Secretaría de Transporte y Vialidad (Setravi) el 29 de octubre de 2013. En el trasfondo de dicha ley se considera la movilidad como un derecho fundamental y un aspecto estratégico para la viabilidad de la urbe. Como resultado de dicha ley la Setravi cambió su nombre para convertirse en la Secretaría de Movilidad. Uno de...
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