Noruega concesiones petroleras sí, pero reguladas

AutorMarco Appel

BRUSELAS.- La política petrolera de Noruega -a la que se menciona como modelo a seguir para la transformación de Petróleos Mexicanos (Pemex)- se caracteriza por un riguroso control del gobierno y un exigente régimen fiscal que aporta cuantiosos recursos al Estado, pero también por su sistema de concesiones, cuya eficacia se sustenta en la "fiabilidad" que como socio ofrece la jurisdicción del país nórdico a los inversionistas nacionales y extranjeros.

La Statoil, empresa estatal con participación de capitales privados, es la undécima compañía de gas y petróleo más grande del mundo y la mayor en cuanto a exploración y explotación de crudo en aguas profundas. Genera ingresos fiscales que representan alrededor de 10% del PIB de Noruega, en tanto que el comercio de hidrocarbu-I ros y servicios de transporte en oleo-ductos equivale a la mitad del total de las exportaciones noruegas.

La Ley de Hidrocarburos de Noruega (Petroleum Act), que rige las actividades del sector y que fue promulgada en 1996, establece que el Estado es el dueño y administrador del petróleo que se encuentra en el subsuelo de la plataforma continental de la nación, por lo que es el único facultado para otorgar licencias de exploración y de producción. Una vez que el petróleo es extraído y tratado, su titularidad pasa a los operadores de la licencia, que igualmente son responsables de su transportación, mercadeo y venta, estipula la misma ley.

En el sistema de concesiones noruego, basado en el pago de regalías e impuestos al Estado, las compañías petroleras adquie-ren licencias de producción de hidrocarburos en un área geográfica específica. En la misma lógica, la legislación y las regulaciones internas del país -y no los contratos firmados- definen la competencia de los organismos públicos sobre la actividad de las beneficiadas y sobre el régimen fiscal al que éstas están sujetas, exponen los especialistas en tributación petrolera Jan Jan-sen y Joachim Bjerke, socios de BA-HR, una consultoría con sede en Oslo que asesora, entre otros, a la Asociación de la Industria del Petróleo y al gobierno noruego.

En ese mismo documento, publicado en enero pasado, explican que las petroleras internacionales prefieren los sistemas de contratos, sean de servicios, donde los Estados las contratan para que exploren y exploten el crudo, por lo cual reciben un pago preestablecido sin obtener participación en las ganancias; o de asociación, donde comparten con los Estados el producto hallado en el subsuelo.

Esos acuerdos cuentan con cláusulas de inviolabilidad "que imponen...

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