Nombres, Nombres y... Nombres/ Philip Morris y BAT por alza gradual

AutorAlberto Aguilar

HACE UNOS DIAS nos referíamos a los jaloneos que hay para modificar los impuestos a los cigarrillos. El ajuste al IEPS fue formulado en su momento en la propuesta que hizo la SHCP al Congreso. Obviamente, de entonces a la fecha el tema se encuentra como todo lo relativo a la discusión fiscal empantanado, sin la posibilidad de hacer pronósticos, máxime tras el último arrebato de Vicente Fox, quien sorpresivamente, usted lo sabe, dio marcha atrás al IVA para los libros.

En lo concerniente a los cigarros, la idea de la SHCP es igualar el IEPS del tabaco oscuro con el que ya tiene el claro. Sería llevarlo del 50 por ciento actual al 100 por ciento. Amén de la necesidad que hay de recursos, se consideró que nada justificaba ya mantener un diferencial, máxime cuando ni siquiera existen las empresas nacionales que motivaron la excepción. Estas fueron asimiladas por Philip Morris, que lleva Luis Guillermo Gaviria, y La Moderna, de la inglesa British American Tobacco, que lleva Richard Sucre.

A esta batalla se ha sumado también la Secretaría de Salud, a cargo de Julio Frenk. Como ex funcionario de la OMS, el alza de los impuestos a los cigarrillos propuesta por Hacienda se visualiza como otro elemento para detener la influencia del cigarrillo. De ahí que la dependencia haya empujado inclusive otro aumento para el tabaco claro.

La SHCP ha estudiado el tema y se considera que un alza desproporcionada al IESP de los cigarrillos podría propiciar el contrabando. De ahí que la propuesta de Salud no tenga muchas posibilidades. Y es que en algunas épocas ya hemos visto la súbita aparición de este fenómeno, ampliando la gama disponible en la economía informal.

La misma industria se refiere al cigarrillo falso, que proviene de países como Filipinas, Paraguay y China. El propio tipo de cambio ayudaría.

La industria lo que ha propuesto ante el ejecutivo y los legisladores es un alza gradual del tabaco oscuro. El periodo para ese ajuste sería a tres años, con la idea de llegar a sólo 85 por ciento. En el ínter el tabaco claro se llevaría del 100 al 85 por ciento para evitar "distorsiones". El costo político que los partidos y el gobierno tendrían que asumir al elevar el precio de los tabacos va en su favor, al igual que unos 60 mil agricultores que también podrían verse afectados.

La industria tabacalera ha trabajado en el cabildeo de este tema vía un consejo que integran Francisco Espinosa de los Reyes por Philip Morris y por la Moderna-BAT, Mauricio Santos...

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