'Ya no me dio firma de recibido'

AutorJorge Ricardo

JUAN R. ESCUDERO.- María Luisa García León, directora de la Escuela Primaria "Vicente Guerrero", de Tierra Colorada, se cubre el calor del sol, que llega a 35 grados, con una cartulina fosforescente.

"AMLO amigo el pueblo está contigo", dice la cartulina sobre su cabeza. Como ella, medio millar de personas con cubrebocas están mirando detrás de la reja que cuidan los "Servidores de la Nación", expectantes. Acaba de entrar el Presidente, pero ojalá que ya salga.

La directora llevaba dos solicitudes con copia. En una le pedía al Presidente ayuda para su escuela, pintura, el barandal para un edificio y reparación de la barda cuarteada por el sismo de hace cuatro años. En otra, una denuncia de que su hijo Edwin ya se ganó la plaza de maestro, pero ahora quieren que la pague.

"Ya le entregué los pedimentos, pero el detalle es que, como venía rápido, las di y ya no me dio las copias con la firma de recibido", dice, y sigue esperando a que salga.

De visita en Guerrero, López Obrador inauguró una sede de la Universidad para el Bienestar en esta comunidad del Municipio con nombre de sindicalista obrero, Juan R. Escudero, que está a tres horas de la Ciudad de México y a media hora de Acapulco.

Desde ahí parten los caminos hacia la Costa Chica y la Costa Grande. Hasta él llegan todos los intereses del crimen.

En la entrada a Tierra Colorada, en la orilla de la carretera federal Acapulco-Chilpancingo, policías comunitarios con camisolas militares del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG) y cubrebocas lo esperaban en fila.

"Queremos que nos reconozcan como policía comunitaria, porque hasta ahora nos tienen como paramilitares", dijo su comandante, Maximino Alejo.

Del otro lado, el equipo de basquetbol "Coloraditos" quería pedirle una cancha al Presidente. "Apoyo a AMLO y que sigan las mañaneras", decía una manta.

En el tumulto que se armó cuando llegó el convoy presidencial, la vocera de las autodefensas, Ruth Delgado Bahena, antropóloga y "próxima candidata de Morena a la presidencia de R. Escudero", logró meter la solicitud por la ventanilla trasera de la camioneta.

Allá en la entrada a la nueva universidad, dedicada a la medicina social, la suburban se llenó de peticiones. Jubilados electricistas gritaban por el pago de sus aportaciones. Un grupo de bomberos pedía presupuesto. "Estamos solos no hay trabajo en esta pandemia", acusaban en una cartulina.

Un contingente de médicos y enfermeros eventuales gritaban...

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