Negocio, el mítico fin del mundo
Autor | Judith Amador Tello |
Una, una sola de las más de 5 mil inscripciones jeroglíficas que se conservan de los mayas antiguos menciona la fecha del 21 de diciembre de 2012. Pero no anuncia el fin del mundo, ni siquiera -como se ha comenzado a reinventar el mito- habla del cambio de una era. Sin embargo, los gobiernos de los estados del sur y el mismo gobierno federal se montaron en esa historia para promover el turismo y ya no se bajarán.
El verdadero apocalipsis que pudiera dañar las paradisiacas playas, las reservas ecológicas, las zonas arqueológicas y los monumentos históricos, está más relacionado con el cambio climático, los huracanes y las sequías -para lo cual no hay políticas públicas definidas- y la falta de un proyecto sustentable para la explotación de este patrimonio natural y cultural.
Los especialistas en el mundo prehis-pánico y en la cultura maya pueden desgastarse en aclarar que los mayas antiguos no tuvieron el concepto de "fin del mundo", correspondiente a la religión ju-deocristiana, pero parece no haber retorno: el mito del fin del mundo se ha divulgado y extendido mundialmente y está generando jugosas entradas económicas para muchos (hoteleros, agencias de viajes y aerolíneas, han comenzado a reportar ganancias), menos para las comunidades mayas de la actualidad que pasada esa fecha seguirán viviendo como hasta hoy. Peor aún, pasada la fecha se acusará a los mayas y a los mayistas de haberse equivocado en algo que jamás anunciaron (ver recuadro).
Estas son las reflexiones de los investigadores Jorge Franco, Antonio Machuca y Erik Velásquez, quienes entrevistados por separado por Proceso no sólo lamentan la distorsión del conocimiento científico de los mayas y el aprovechamiento económico que de ello ha derivado, les sorprende también que el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Alfonso de María y Campos, se sume a la promoción turística y comercial.
Desde su llegada al gobierno, Felipe Calderón habló de impulsar al turismo, pero no fue sino hasta febrero del año pasado cuando decretó a 2011 como Año del Turismo en México. En junio relanzó el programa Mundo Maya, creado en la gestión de Carlos Salinas de Gortari. Y en enero del presente año la Secretaría de Turismo dio a conocer el programa Mundo Maya 2012, con una inversión de 110 millones de pesos, y la participación de los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán.
Se anunció que como parte de él habrá 600 actividades y que en total atraerá a más de 52 millones de turistas, lo cual dejaría una derrama económica "superior a los 200 mil millones de pesos". El INAH invertirá, por su parte; cerca de 300 millones de pesos en museos y zonas arqueológicas. Además organizará conciertos y exposiciones tanto en México como en el extranjero a fin de "posicionar el área maya como ruta a visitar".
Especialista en el estudio del impacto de desarrollos turísticos e inmobiliarios en la zona maya y miembro de la Red de Uso Sostenible del Suelo Marino y Costero de la Península de Yucatán, el antropólogo Jorge Franco advierte que sí hay una nueva era "pero de más privatización...
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